lunes, 25 de febrero de 2013

Oscars 2013 (II y final): Hay que Argoderse


Los Oscars 2013 llegaron y se fueron casi sin darnos cuenta. Se ha hablado de la chispa (algo exagerada por los "mass media") de Seth McFarlane, correcto como presentador de la ceremonia pero cien veces menos afortunado que Tina Fey y Amy Poehler en los Globos de Oro. También de la caída de Jennifer Lawrence al subir a recoger su premio, instante fugaz aprovechado por Hugh Jackman para recordarnos al resto de hombres sobre la faz de la Tierra nuestra pertenencia a un escalón inferior. Saltó de su asiento como Lobezno para asistir a la damisela en apuros cual Jean Valjean. Y todo sin que se le moviese un pelo. Un referente.

miércoles, 6 de febrero de 2013

The Damned Valencia

La carrera de Brian Clough no fue un camino de rosas...

«La realidad de la vida futbolística es esta: el presidente es el jefe; luego viene la directiva; luego, el secretario; luego, los hinchas, los jugadores... y finalmente, el último de todos, en el fondo del montón, abajo de todo, ese de quien al fin y al cabo se puede prescindir: el puto entrenador» Sam Longson, presidente del Derby County 

1 de diciembre de 2012. Seis de la tarde. Manuel Llorente suspira en el palco de Mestalla mientras el balón echa a rodar. El Valencia se mide a la Real Sociedad. Goles, caos, pitos, pañuelos.

1 de diciembre de 2012. Nueve y media de la noche. Manuel Llorente acaba de destituir a Mauricio Pellegrino como entrenador del Valencia. Su entrenador. Su apuesta personal.

Un par de semanas atrás, Pellegrino asistía junto a su homólogo granota Juan Ignacio Martínez a una proyección del film "The Damned United" (Tom Hooper, 2009). En la charla-coloquio posterior, muy jugosa debido a la claridad meridiana con la que ambos protagonistas se expresaron, el "Flaco" se descolgaba con una frase que, vista en perspectiva, no deja de resultar irónica: "Ahora no son buenos tiempos para la figura del entrenador. Te sostienes en una silla de palillos o de cristal".

No, desde luego no corren buenos tiempos para los entrenadores. En general, no corren buenos tiempos para nadie en absoluto.