jueves, 1 de noviembre de 2012

"Como si millares de voces gritaran de alegría": Disney compra Lucasfilm

Reescribiendo escenas clásicas de Star Wars...

Ayer hubo una perturbación en la Fuerza. Hasta yo la noté. El universo "geek" tembló a media tarde cuando, en lo que supone la noticia más importante de lo que llevamos de siglo en el universo cinematográfico, Disney anunciaba la compra de Lucasfilm por un importe superior a los 4.000 millones de dólares.

Sí. Mickey Mouse es ahora dueño de Star Wars.

(¡BANG! Eso que ha sonado es tu cerebro, y el de millones de personas más, explotando simplemente al pensar en las posibilidades que se abren a partir de ahora.)



Realmente glosar la cantidad de ramificaciones que esta adquisición tendrá de ahora en adelante sería inhumano, pero ahí van unas cuantas reflexiones a vuelapluma y sin orden concreto, especialmente en lo referente a la saga galáctica por antonomasia:

TENDREMOS EPISODIOS VII, VIII Y IX. En 2015 se estrenará el séptimo episodio de Star Wars. No, no os frotéis los ojos: está ocurriendo. De hecho, lleva ocurriendo meses de forma silenciosa, en los cuarteles generales de Lucasfilm, con George Lucas escondido tranquilamente en su Rancho Skywalker mientras ejecuta lo que todos sabemos que fue su plan inicial. El propio Lucas lo reconoce sin pudor: "Hay borradores para el argumento de la siete, la ocho y la nueve, y otras cuantas películas, y evidentemente tenemos cientos de libros y comics". De hecho, según su biógrafo, la gran saga ideada por un imberbe Lucas a principios de los setenta se extendía a lo largo de doce episodios. Doce. Quizá Lucas haya renunciado al control absoluto sobre su "bebé", pero no sin haberlo dejado previamente todo atado y bien atado. Su cargo de "consultor creativo" en la siguiente trilogía (episodios VII, VIII y IX) significa que seguirá controlando en la sombra todos los detalles de las nuevas películas, como ya hiciese con su profesor de facultad Irvin Keshner mientras dirigía "El Imperio Contraataca". El plan de Disney es estrenar nuevos episodios "cada dos o tres años". Ah, y olvidaos de las novelas y de los universos paralelos y fan-fics que han ido proliferando en las últimas tres décadas: según fuentes de Lucasfilm, la historia que se contará en las secuelas será "totalmente nueva".

Clin, clin, caja | Foto: Disney.com

DISNEY, LA MÁQUINA DE HACER DINERO. ¿No puedes con tu enemigo? Únete a el, o cómpralo a golpe de talonario. La filosofía de los señores Jobs y Gates se ha instaurado en la Casa del Ratón en la última década. Y los tres últimos movimientos de Disney, a día de hoy el mayor imperio audiovisual del mundo, son sobre el papel absolutamente brillantes: la adquisición de Pixar y todo su talento y habilidad para generar miles de millones de beneficios con cada una de sus películas; la compra de Marvel hace un par de años, con todos los derechos cinematográficos y de explotación sobre la mayor galería de superhéroes y personajes animados del siglo XX; y ahora, "fichando" para la causa a la saga cinematográfica más exitosa de la historia. Las posibilidades son infinitas, y no es una frase hecha. ¿Mandamos a Hulk al espacio y le convertimos en líder de la Alianza Rebelde contra el Imperio? Puede hacerse. ¿Los Increíbles, unidos a Los Vengadores ante la aparición de una Estrella de la Muerte orbitando sobre la Tierra? Adelante, luz verde. El límite es nuestra imaginación.

STAR WARS EN BUENAS MANOS. "Es hora de que Star Wars pase a una nueva generación de cineastas. Siempre he creído que Star Wars podría vivir más allá de mi persona, y pensé que era importante gestionar esta transición mientras sigo con vida". Son palabras de George Lucas tras la firma del acuerdo. Kathleen Kennedy, productora de gran parte de la filmografía de Steven Spielberg (Indiana Jones, ET, Jurassic Park), es la nueva "jefa" de Lucasfilm y será la encargada de guiar con mano firme la etapa post-Lucas de la compañía. No se descarta que Rick McCallum mantenga su cargo como productor, visto el éxito económico y financiero de las precuelas estrenadas entre 1999 y 2005. Pero los mayores cambios, y los que más rumores y comentarios ilusionantes suscitan, se centran en la silla del director. Las posibilidades son innumerables, y todos tenemos nuestros favoritos para tomar las riendas. ¿Películas de Star Wars dirigidas por Christopher Nolan? ¿Sam Mendes? ¿El propio Spielberg? ¿Los "pixarianos" John Lasseter, Andrew Stanton o el idolatrado Brad Bird? ¿Los hermanos Wachowski? ¿Tarantino, Kevin Smith, David Fincher...? Vale, ya paro.

LUCASARTS, ILM Y EFECTOS COLATERALES. Dado que la 20th Century Fox dejará de distribuir las películas de Star Wars a partir de ahora, se acabó la fanfarria épica que anticipa el tema principal de John Williams y el texto amarillo sobre fondo espacial. También veremos como Industrial Light and Magic, la empresa de efectos digitales referencia en el cine moderno, centra gran parte de su actividad en estas lides aunque sin renunciar a su carácter de empresa externa y capaz de vender sus servicios a otras producciones. Lucasarts, la división encargada del desarrollo de videojuegos y material informático, también forma parte del acuerdo.

El material del que están hechas las pesadillas... | Foto: Disney.com

MULTIMEDIA Y MERCHANDISING GALÁCTICO. La serie televisiva de imagen real sigue en marcha, y podemos asumir que el recién rubricado acuerdo insuflará nuevos bríos al desarrollo de sus guiones y presupuesto de cara a un estreno todavía sin fecha. La presencia de Star Wars en los parques de atracciones de medio mundo (Disneyland, Disneyworld) se verá ampliamente reforzada. Una nueva edición en BluRay de la trilogía original, restaurada por Disney desde cero y sin las posteriores modificaciones que Lucas ha ido introduciendo merced a las mejoras tecnológicas, parece dinero fácil para la Casa del Ratón. Y todos sabéis en vuestro fuero interno que el nivel de explotación del "merchandising" va a subir un par de peldaños a partir de ahora. De Disney depende no saturar el mercado de material galáctico de ahora en adelante.


Fijaos si hay matices, aristas y detalles a analizar después de semejante bombazo. Y eso que ni siquiera hemos empezado a especular sobre los hilos argumentales, personajes, planetas y demás elementos de las películas que se avecinan. Ya habrá tiempo para todo eso. Ahora mismo, los aficionados se debaten entre dos frentes: aquellos que ven la venta de Lucasfilm como el final de aquellos maravillosos años en los que disfrutaron de "su" saga galáctica; y aquellos que, simplemente imaginando las posibilidades que se abren de ahora en adelante, salivan hasta el paroxismo. Incluidme entre estos últimos. Sí, puede salir mal. Star Wars puede irse al garete definitivamente y quedar enterrado como una parte de nuestra niñez que no recuperaremos nunca.

Pero puede salir bien. Con las decisiones adecuadas, el talento correcto y el director apropiado, puede salir jodidamente bien.

ACTUALIZADO 1/11/2012: Y... ¡empieza el baile! Primeros rumores hacia un posible director y guionista vía Aintitcoolnews.com. Según parece, hace seis meses Disney adquirió los derechos cinematográficos sobre un proyecto denominado "1952", con Brad Bird (¡BIEN!) en la silla del director, y Damon Lindelof (¡DIOS, NO!) encargado del guión. Una película, según fuentes del estudio, con "aspiraciones multiplataforma" (es decir, ramificaciones en merchandising, videojuegos, parques temáticos, libros, etc) y capaz de ser "un film puntero" cuando se estrene. Calculando las fechas de desarrollo, importancia que Disney otorga al proyecto y la presencia de un "geek" como Bird al mando, ¿podría ser "1952" una tapadera, un nombre ficticio para encubrir el desarrollo de Star Wars: Episodio VII

Recordemos, sin ir más lejos, que en su día "El Retorno del Jedi" se desarrolló y filmó bajo el ficticio e inocente nombre de "Blue Harvest" para evitar filtraciones, el agobio de la prensa especializada y demás inconvenientes de filmar una gran superproducción. Dado el secretismo con el que la operación Disney-Lucasfilm se ha llevado a cabo, no sería de extrañar que se repitiese la jugada treinta años después.

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