martes, 27 de enero de 2009

¡*@%Ç# de exámenes!


Por más que pasan los años, no me acostumbro a esta rutina. Hasta el momento, enero transcurría plácido entre una media de 5 partidos por semana (ergo, 5 "Miradores de la Liga Valencia" cada siete días), y con los "tres días de fúria" de hace unos días en los que empalmé de corrido 50 horas seguidas (más de dos días) de vigília sin pegar ojo para poder terminar en tiempo récord dos trabajos (uno de los cuales os dejé por aquí).

Pero vuelve el martirio. La pesadilla tiene un nombre: "Libertad de Expresión e Información". Y es, os lo juro, absolutamente SO-PO-RÍ-FE-RA. Una castaña, vamos. Y me quedan ocho horas para estar sentado ante un papel en blanco, seguramente a juego con mi cerebro en ese momento.

Siempre me he preguntado dónde aprendieron modales aquellos brutos que sueltan sin miramientos aquello de "¡Me cago en la Constitución!" Pero os juro que, tras un día entero dándole vueltas a estas hojas infames repletas de letras, artículos, reglas, normas y excepciones, puedo incluso llegar a tenerles simpatía. Para muestra, el trístemente célebre entre los periodistas Artículo 20:
1. Se reconocen y protegen los derechos: a) A expresar y difundir libremente los pensamientos, ideas y opiniones mediante la palabra, el escrito o cualquier otro medio de reproducción. b) A la producción y creación literaria, artística, científica y técnica. c) A la libertad de cátedra. d) A comunicar o recibir libremente información veraz por cualquier medio de difusión. La ley regulará el derecho a la cláusula de conciencia y al secreto profesional en el ejercicio de estas libertades.
2. El ejercicio de estos derechos no puede restringirse mediante ningún tipo de censura previa.
3. La ley regulará la organización y el control parlamentario de los medios de comunicación social dependientes del Estado o de cualquier ente público y garantizará el acceso a dichos medios de los grupos sociales y políticos significativos, respetando el pluralismo de la sociedad y de las diversas lenguas de España.
4. Estas libertades tienen su límite en el respeto a los derechos reconocidos en este Título, en los preceptos de las leyes que lo desarrollan y, especialmente, en el derecho al honor, a la intimidad, a la propia imagen y a la protección de la juventud y de la infancia.
5. Sólo podrá acordarse el secuestro de publicaciones, grabaciones y otros medios de información en virtud de resolución judicial.
Hermoso. E imposible de aprender, memorizar y aplicar en tan poquito tiempo. El mundo laboral y el académico son como hombres y mujeres: uno no puede vivir sin el otro, pero anda que no es jodido que sean compatibles y se lleven bien...

3 comentarios:

Nacho Sapena dijo...

Pues a mí por ejercer mi derecho reflejado en ese artículo me ha caído una querella, así que cuidadín...

Saludos célticos y suerte!

Álvaro Martínez @alvarom dijo...

¿Querella? ¿Tiene que ver con aquellos de la revista fantasma?

Ánimo tío, yo ya lo veo desde la distancia, y que alivio... pfff piensa que cuando acabe, hay más ganas de salir... creo que mi ciego más duradero fue tras los primeros exámenes de universidad.

Go Paco Poliiiiiiiiiiiiit

Juan Al dijo...

jojojojo que gran ladrillo ese artículo... total si luego casi todo el mundo se caga en lo que dice.