miércoles, 17 de febrero de 2010

¿Es posible tener a todos contentos?


Miércoles. Última hora de la noche. La radio susurra frases incoherentes a unos centímetros de mi oído. Me encuentro como si un camión me hubiese pasado por encima. Me duele la cabeza.

Y mañana espera un día duro. Normalmente, siempre hay cosquilleo antes de una retransmisión importante. Me ocurrió con la Copa del Rey de Vitoria la temporada pasada. Con la eliminatoria ante el Sevilla, pocos días antes. Con los "play-off" ante el Barça en junio. Con los partidos en Mestalla, hace un par de meses, ante Barcelona y Real Madrid. Creo que a cualquiera le resulta practicamente imposible abstraerse del todo en las grandes citas.

Pese a todo, no estoy demasiado contento con la papeleta de mañana. Si no lo sabíais, os lo digo yo: los horarios del fútbol y el básket los hace un mono borracho con demasiado tiempo libre. Es incomprensible que mañana vayan a coincidir, a las siete de la tarde, el Valencia y el Power. Los primeros juegan en Brujas; los segundos lo hacen en la Copa de Bilbao. Dos partidos de importancia alta, a la misma hora... y en el mismo Mirador.

Doy por sentado que mañana me van a llover las hostias. Los oyentes del basket, fieles siempre a LP Punto Radio, me "rajarán" por dar poco tiempo al Power. Los oyentes del fútbol, como es lógico, protestarán porque el basket interrumpe el partido del Valencia. Detrás de ellos, los narradores, comentaristas, técnicos... y la obligación moral, al menos para mí, de dar la misma importancia a los dos equipos. Porque para mí, realmente, la tienen. Luego, el directo y lo que ocurra en cada estadio dictaminará quién acaba teniendo más minutos en antena.

Hay días en que dirigir retransmisiones es un auténtico placer, una balsa de aceite en que todo va como la seda. Otros días, hay algún bache que otro, pero acabas el trayecto con una mueca de satisfacción. Dentro de unas horas, sin embargo, la función de equilibrismo radiofónico debe ser más que notable si no quiero herir sensibilidades y ganarme los improperios de algún oyente cabreado.

PD. Dicho esto y dado que ya he abierto el paraguas antes de que llueva, aprovecho para recomendaros las reflexiones de la cabeza más preclara (literal y figurativamente hablando) de la radio deportiva valenciana. El Calvo vuelve a la blogosfera... ¡a ver cuánto aguanta!

3 comentarios:

Nacho Sapena dijo...

Hagas lo que hagas te lloverá pues es imposible contentar a todos. En una cosa no estoy de acuerdo: no tienen la misma importancia, ni tampoco se la vais a dar, como es lógico.

Saludos célticos

Juan Al dijo...

jojojo comparar una eliminatoria de la Uefa con la Copa del Rey es un ultraje!

Paco Garcia Polit dijo...

@Juan Al: Ultraje para quién de los dos??? :p:p