sábado, 5 de diciembre de 2009

Milagros a pares

Sabes que es un día especial cuando ves cosas que tus ojos no acaban de creerse. En el deporte, la imprevisibilidad suele ser una de las facetas más emocionantes de cualquier juego. Y, a veces, lo imprevisible roza lo milagroso. Ayer, dos ejemplos paradigmáticos:



Tras casi cinco horas de partido, y después de haberse puesto dos sets abajo, "Ferru" puso en pie al Sant Jordi con una exhibición de cojones histórica. Segundo punto para España, y la Davis a tiro. Pero, ya de madrugada y con los primeros rayos de sol del sábado, llegó lo increíble...



Es el mejor en su trabajo, como suele decir Lobezno, aunque su trabajo no sea muy agradable. En este caso, dejar con cara de tontos a unos Heat que habían hecho un partidazo. Con tres segundos por delante, Bryant hizo lo de siempre: botar, parar, lanzar, ganar. La bola entró porque tenía que entrar, dando en el tablero, en tiro desequilibrado, con la gran defensa de Wade al último tiro... Da igual. Segundo milagro de la jornada. Sólo faltó que Daimiel dijese aquello de "Dios volvió a disfrazarse de jugador de baloncesto".

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