domingo, 13 de diciembre de 2009

Mis cuatro paredes: Realidades


Tarde entretenida, por no decir otra cosa, la de ayer. Mi túnel del tiempo particular arrancó a las tres de la tarde, cuando entré en el edificio de Las Provincias. Cuando tocó salir de allí, era casi la una de la madrugada, hacía frío y llovía. Preparación, llamadas, montajes... y seis horas de directo vibrante, aunque los resultados nos dejasen bastante "chafados".

Haré un aparte para el PEVB (Pamesa, para entendernos mejor), que volvió a ganar y volvió a jugar bien. Pese a sustos como el de Moscú, la dinámica es buena. Mejor que buena: cojonuda. Ahora habrá que ver el comportamiento en Copa...

Al turrón. Levante y Valencia ayer se la pegaron, y en cierto modo regresaron a su realidad tras unos días, semanas en el caso de los granotas, soñando despiertos, por encima de sus posibilidades. En el último mes, el Levante ha sumado 2 puntos de 12 posibles. Una media muy negativa, pero que podría pasarse por alto si el juego y la imagen que se daba en las primeras diez jornadas se mantuviese. Por desgracia, no es así: atrás falta contundencia, en el centro falta creación y arriba falta pegada. Demasiado para poder ser un aspirante al ascenso, aunque repetiré hasta la extenuación que lo que está consiguiendo este grupo humano con cuatro cañas y un palito es para quitarse el sombrero.

Lo del Valencia, en cierta medida, me jode todavía más. Desde el punto de vista de un forofo, no hicieron NADA para llevarse los tres puntos. Ya en frío, el cabreo se redirecciona rumbo a los de casa: este Madrid es uno de los equipos tácticamente peor trabajados que ha pasado por Mestalla (junto al Zaragoza), y te metió tres goles. Y todo porque los de casa pusieron las cosas muy sencillitas a los visitantes, con errores atrás, y falta de contundencia e ideas en la medular. De los atacantes, de Villa, no se puede "rajar", me resulta imposible. Sí que me pregunto porqué Emery no usa al delantero de dos metros que tienen en el banquillo, pero es un debate tan absurdo como poner en duda que el entrenador del Valencia es uno de los seres más cabezones de este santo país.

En resumen: seis horas de programa, cansancio extremo al acabar y un enfado importante porque ni granotas ni chotos hicieron las cosas bien. El martes, más.

2 comentarios:

Julio-jagdo dijo...

Joder Paco, es que Zigic se marca solo.

Julio-jagdo dijo...

No puede ser, que si hubiera jugado, serían 5 partidos y no podrían cederlo.