martes, 1 de julio de 2008

¡Es la hora de las tortas!


Nota: vas a leer el artículo de opinión más largo jamás escrito. Échale un vistazo por tu propia cuenta y riesgo, pero compréndeme: ¡no todos los días se gana una Eurocopa!

Ha llegado el momento de ajustar cuentas. La victoria de España en la Eurocopa ha desatado la euforia, del mismo modo que ha obligado a más de uno a "envainarsela" con todo el pesar de su corazón. La superioridad aplastante de nuestros chicos en Austria-Suiza, además de no dejar indiferente a nadie y levantar la admiración de toda la Europa futbolística, convierte a Luis Aragonés en el gran triunfador de esa gran cruzada que "Zapatones" inició, en solitario, tras agarrarse al cargo de seleccionador nacional allá por septiembre de 2006. Dijo que se iría si no llegaba a semifinales en el Mundial. Y, como sus detractores no se han cansado de repetir, "El Sabio" no cumplió su promesa. Pero Luis sabía lo que hacía. Sabía que lo de Alemania había sido un accidente, un batacazo puntual con tres responsables: el propio Luis, los franceses y la prensa de nuestro país.

Lo de Francia (culpable 1) no tiene solución: el "jubilado" Zidane y sus cuatro amigos del supuesto geriátrico "blue" nos pasaron por encima y nos mandaron para casa. Nada que objetar. Sin embargo, muchos se preguntan qué hubiera sucedido si Aragonés (culpable 2) no hubiera cedido a la presión de determinados sectores de la prensa deportiva, con juntaletras que se consideran periodistas serios (culpables 3) que hacían campaña en favor de "los jugones", "el tiqui-taca" y demás monsergas. Aragonés renunció a su estilo, a sus ideales, quitó a Albelda y sacó a Xavi Alonso... ¿El resultado? España "per l'aire". Los opinólogos de turno de pronto escondieron la cabeza durante unas horas: después de todo, habían obtenido lo que querían, el "jogo bonito", y nos volvíamos a casa gracias a renunciar al estilo impuesto por el seleccionador, con un pivote defensivo sobre el que basculara todo el equipo. Pero un par de días después, ocurrió lo de siempre: los que antes pedían, ahora criticaban.

El "tiro al Luis" se convirtió en deporte nacional, casi se podría decir deporte olímpico. El tema adquirió tintes paroxistas con la dimisión de Luis, el regreso, su nueva dimisión, y su definitiva permanencia al frente de la "Roja". Los de siempre se frotaban las manos: desde aquel momento, la crítica a Aragonés sería feroz y despiadada, bordeando y casi siempre superando la barrera del insulto personal. Aquellas semanas se leyeron lindezas que iban del "viejo chocho" hacia arriba en periódicos tan ¿respetados? como Marca o AS. Lamentable a más no poder... pero como dice la canción del brandy ese, "este país es así".

Ojo, la fiesta sólo acababa de empezar. Porque llegó la fase de clasificación para la Eurocopa... y Aragonés dijo basta. Puede que nunca sepamos qué diablos ocurrió en el Mundial de Alemania, aunque los indicios nos han dado ya varias pistas para saber por donde van los tiros: un jugador descontento con su suplencia, mal rollo en el vestuario, grupos de jugadores sin dirigirse la palabra... El caso es que Luis se "cepilló" a Raúl González de la selección un 29 de septiembre de 2006, tras casi diez años de convocatoria permanente e ininterrumpida del "7 del Madrid" con el combinado nacional.

Un pequeño inciso (espero, que luego me pierdo) acerca del Sr. González Blanco. Sin restar méritos a su palmarés con el Madrid (sería una estupidez), sí que debo puntualizar que, en mi opinión, se trata de uno de los jugadores más sobrevalorados de la historia del fútbol español. Ojo, no hablo de su capacidad para estar en el sitio justo y empujarla (eso que Lama llama "ser el más listo de la clase"), aunque eso a Salinas también se le daba de maravilla y no nos dieron tanto la tabarra cuando dejó de ir convocado; ni tampoco de sus recursos para que el balón acabe dentro de la red, sea con el pie, mano, codo, culo, barriga o incluso la punta de la nariz. Tampoco pongo en cuestión su entrega y pundonor sobre el campo, aunque recuerdo que un famoso "14" holandés dijo que "correr sobre el campo es de cobardes". Pero seamos francos: ¿de verdad pensamos que nunca hemos tendo jugadores mejores? ¡Venga ya!

Técnicamente, existen en nuestro país jugadores con un nivel mucho mayor que Raúl, y con muchísimos más recursos dentro del área. Ejemplo ilustrativo número 1: David Villa. Tácticamente, existen en España jugadores con mayor rigor, colocación y visión de juego. Ejemplo ilustrativo número dos: Xavi Hernández o Andrés Iniesta. Y en el arte de correr sobre el campo, supongo que hablar de los Senna o Torres deja el tema bastante cerrado. Por eso pienso que la acumulación de internacionalidades y elevación al status de "mito viviente" han hecho mucho daño a Raúl y, por extensión, a la Selección Española.

La culpa, en este aspecto, es un poco de todos: de los periodistas afines por hacer campaña pro-raulista las veinticuatro horas del día; de seleccionadores anteriores, que le llevaban a Mundiales y Eurocopas sí o sí incluso cuando no jugaba un pimiento en el Madrid (algunos, como Camacho, tienen el dudoso honor de proferir una de las frases más lamentables del fútbol moderno cuando dijo eso de que "Raúl tiene que tirar del carro"); del propio Raúl, por ceder a su ego e hincharse de todas las odas de admiración con las que le "inflaban" determinados medios de comunicación; y, finalmente, del pueblo, de nosotros, por pecar de pardillos y pensar que, con animar a la Selección con todo nuestro corazón, sería suficiente para alcanzar la gloria. Craso error.

(Fín del inciso, que obviamente me ha quedado más largo de lo deseado. Largo... e incendiario. Es un opinión, nada más, tan respetable como la de aquellos que idolatran a Raúl y creen que sí debería haber ido a la Eurocopa. Y aquellos que me conocen saben que lo mío con Raúl viene de lejos, por lo que llamarme "ventajista" tiene poco o nulo sentido. Con esto dicho, los talibán-raulistas que quieran despellejarme tienen los comentarios abajo. Todo vuestro, chicos: eso sí, insultos no, gracias.)

Por eso admiro tanto a Aragonés. En cierto sentido, Luis ha sido un pionero. Como Edmund Hillary con el Everest, o Juan Soler con las recalficaciones en Ribarroja, "El Sabio" hizo algo inaudito: cerrar el puño, sacar el dedo corazón y hacerle un corte de mangas como una plaza de toros a la prensa deportiva del país. Una prensa que, desde aquel día del frío septiembre de 2006 hasta pocas horas antes de que España se concentrase a finales de mayo de 2008, ha sido como un martillo pilón, machacando sin piedad, golpeando incesantemente, dando forma a esa espada forjada en el yunque de la opinión pública, enfríada en las aguas de los pro-raulistas y finalmente utilizada para despedazar la figura de nuestro seleccionador. Sin piedad. Sin sentido. Y mientras Luis, a lo suyo.

Y ahora, tras la batalla, después de sufrir sobre el césped y levantar la Eurocopa, llega el recuento de las bajas. En primer lugar, las de los no creyentes, los pesimistas entre los que me incluyo. Al contrario que otros muchos que afirman que estaban subidos al carro antes del pistoletazo de salida, no se me caen los anillos en admitir que lo del "Podemos" me sonaba a venta de humo, como tantas y tantas veces. Nunca dudé de la capacidad de nuestro seleccionador, ni de la calidad y nivel humano de nuestros chavales. Pero... siempre pasaba algo: un penalti inventado, un codazo en la nariz, un gol en el último minuto, un árbitro egipcio y ladrón, Italia... Y siempre la historia acababa del mismo modo: España eliminada, y yo de mala leche. Demasiados años de esperanzas rotas hacían que mi escepticismo se sobrepusiera a la ilusión, y que la cautela frenara una euforia que quería salir conforme la España de Luis iba ganando partidos. Y si no os lo creeís, echadle un vistazo a escritos anteriores.

Pero lo verdaderamente triste de todo esto, algo que no quiero que caiga en el olvido propio de la España actual donde todo viene marcado por las agendas ideológicas de cada medio de comunicación, es la proliferación de "veletas" que, como caracoles tras la lluvia, cantan ahora las excelencias del "Sabio", su capacidad de gestionar un grupo y todo tipo de odas dirigidas a su persona. Ya nadie quiere recordar los dos años de "raje" continuo, ininterumpido, bestial, por no llevar a Raúl. Ya nadie le llama "viejo chocho", ni se ríe de sus manías, ni cuestiona sus métodos... Les hierve la sangre por dentro. Seguro. Pero "tragan", al menos de momento. Los titulares estos días son del tipo "¡Ya dijimos que ganaríamos la Eurocopa!" o "¡Siempre hemos confiado en Luis!". Aunque los que los escriben sepan que no es así.

El otro día leía un editorial redactado por el director de un periódico deportivo de tirada nacional. En él se alababa desmesuradamente a Luis Aragonés, a la par que a Angel María Villar. De pronto, recordé una cosa: corrí a mi habitación y extraje un periódico de hace cuatro meses. El mismo chupatintas (porque ese personaje tiene de periodista lo que "El Risitas" de higiene dental) le pegaba unas hostias gigantescas a Aragonés, haciendo referencia a Raúl, a su avanzada edad, a que nunca había ganado nada, a la complicidad de la Federación de Fútbol... Verdaderamente repugnante. Y como este ejemplo, decenas de "iluminados" que atacaron a Aragonés por tierra, mar y aire (es decir, en prensa escrita, radio y televisión) y que ahora regresan a sus hogares con el rabo entre las piernas y con sus creencias sospechosamente alteradas.

Estamos llegando al final, y un recuento rápido arroja que los tortazos se han repartido de la siguiente manera: al propio Luis, a los franceses, a los italianos, a los talibán-raulistas, a Raúl, a la prensa madrileña, a la prensa nacional, a los opinólogos sabelotodo, a los veletas, a los directivos metidos a periodistas, a los pesimistas... En definitiva, a todos: unas tortas cocinadas en el horno de la Selección, que esta Eurocopa sí estaba para bollos como no ocurría en citas anteriores; y preparadas de forma artesanal por Luis Aragonés. Un tío que se va a Turquía a cobrar una pasta con la satisfacción en el rostro y la tremenda alegría interior que supone dejar en evidencia a todos aquellos que critican sin saber, o que critican por deporte. Esos que ahora callan ante el respeto que impone la figura del mejor entrenador que jamás haya dirigido a España, por juego y por resultados.

Pero debo decir algo: la acritud, en mi caso, es ya inexistente. Ya pasó todo, y es el momento de disfrutar. "¿Por qué?", preguntarán algunos. La respuesta es obvia: porque pronto llegará Vicente del Bosque al banquillo del combinado nacional. Y mucho me temo que no llegará sólo, y que de la mano traerá al "7" destronado y al "14" que, con treinta años, sigue con la actitud imprevisible de un cadete. No sea tonto, señor Del Bosque, y trate de no romper la armonía que reina en la Selección, esa que tantos años ha costado conseguir. No nos quite de nuevo la ilusión: como país tradicionalmente futbolero, da igual que suba el "gasoil" o que estemos en crisis... porque sabemos que siempre nos quedará España para obligarnos a salir a las calles a celebrar sus victorias. Y no debemos permitir que algo tan grandioso se pierda.

PD. Lo sé, la torta a Guti es gratuita, pero es que me cabrea enormemente que un jugador con tanto talento tenga el cerebro de un pez globo...

7 comentarios:

www.checheche.net dijo...

Le ayudo un poco en la construcción con el cemento....

Sabía que lo de Alemania había sido un accidente, un batacazo puntual con tres responsables: el propio Luis, los franceses y la prensa de nuestro país.

Y mal que les pese a los yihadistas hertzianos se cruzaron con un abuelete de casi setenta años con problemas de audición. Por ese motivo no ha escuchado las fatuas raulistas.... sigue....

Little

Paco Garcia Polit dijo...

Grande Little, gracias a tu culoinquietismo me he obligado a mi mismo a seguir "repartiendo"... y bien a gusto que me he quedado.

Espero que estes de acuerdo con lo que he traído de la panadería, jojo

www.checheche.net dijo...

¿Qué habría sido del "podemos" en cuatro-SER-AS si la sexta se hubiese llevado los derechos de retransmisión? Pues habría sido un podemos tirar con bala a la selección del abuelo.

Little

www.checheche.net dijo...

¡¡¡¡¡Jamás había visto un ladrillo con tantas entradas!!!!!

(Y cuidadín que la transformación no ha sido sólo de la prensa. A ver si es que los aficionados -que ahora creen que Luis es un sabio adorable- no le atacaban creyendo que era un viejo repugnante...).

V Molins

Nacho Sapena dijo...

El Abuelo es más listo que todos nosotros juntos, y no hacía puto caso a la prensa madridista nacional ni antes que lo machacaban ni ahora que se la chupan.

Se va como los grandes: en lo más alto. Y a Turquía a cobrar 9 millones de euros como un campeón.

Nene, de acuerdo en todo el capazo de hostias excepto en que cuestiones la capacidad intelectual del adorable pez-globo (y menos que lo juntes en una misma frase con el 'Paleto').

Nacho Sapena dijo...

It's globberin' time!!!

Paco Garcia Polit dijo...

@Sapena: El nuevo grito de guerra de Aragonés, LOL. ¡Qué grande eres!