sábado, 5 de julio de 2008

¡Manos arriba!


Parece que Jose María del Nido está dejándose la piel para ganarse el merecido sobrenombre de "El Nuevo Lendoiro" de la Liga. Y es que negociar con el presidente del Sevilla es un quebradero de cabeza para la mayoría de clubes y representantes. Los consabidos "tira y afloja" típicos de estas calurosas fechas pasan a ser, con el Sevilla, un "mucho tirar y poco aflojar". Y gracias a sus triquiñuelas, este abogado reconvertido en presidente del club más exitoso de las últimas tres temporadas siempre acaba saliéndose con la suya y, por lo general, con los bolsillos llenos.

Ocurre siempre con las salidas: el Sevilla compra barato (ahí está el ojo avispado de Monchi, el verdadero cerebro en la sombra, para reclutar a las promesas más destacadas del fútbol internacional), y vende a precio de oro. Reyes, Sergio Ramos, Baptista y este verano Daniel Alves son un buen ejemplo de esta acertada política de fichajes. No pasa nada: otros llegarán para cubrir el hueco dejado por las estrellas vendidas a otros clubes. En este sentido, debo quitarme el sombrero.

Pero, ay amigo, llega un punto en el que apostar fuerte conlleva sus problemas. El primero de ellos, que la otra parte te tome por loco. Algo así ocurrió cuando, la semana pasada, se hacía público que el Sevilla sólo estaba dispuesto a negociar la salida de Andrés Palop camino a las costas valencianas si Alexis Ruano, el joven central pertenenciente al Valencia CF, era incluido de alguna forma u otra en la operación. Los medios de comunicación soltaron, al unísono, un jocoso "¡Venga ya!".

Seamos sinceros: una operación de este tipo sería una tomadura de pelo para el Valencia CF. Estamos hablando de un traspaso de uno de los centrales españoles con mayor proyección (sólo tiene 22 años) y futuro internacional con España; a cambio de una cantidad económica irrisoria (se habla de 6 millones de euros) y un portero que en octubre cumplirá 35 años, veterano y con experiencia pero al que le quedan sólo dos o tres temporadas al máximo nivel. Lo mires por donde lo mires, la operación no tiene por donde cogerse. El objetivo del Valencia de que Palop viniera casi gratis, o a un precio asequible, le ha salido por la culata.

Juan Sánchez no debería dejarse mangonear por los directivos del Sevilla. El Valencia quiere a Palop. Punto. La negociación debería haberse quedado ahí, en términos económicos. La entrada de Alexis en la operación, además de ser un golpe de timón de Del Nido, mete al secretario técnico en otro problema: si se vende a Alexis, ¿no habría que buscar a otro central? Lo visto en las últimas jornadas de la pasada Liga nos deja entrever que Marchena podría jugar de pivote en el centro del campo en más de una ocasión, por lo que serían Albiol y Alexis los encargados de la defensa. Palop, por mucho que le duela a algunos, es un portero de presente, quizá un "ahora" demasiado escaso. Por contra, Alexis es el futuro del Valencia, un jugador con el que Unai Emery cuenta. Creo que no hace falta darle muchas vueltas al tema. La secretaría técnica del Valencia nunca debería ceder: a los piratas, mejor dejarlos en paz y que se vayan a buscar botines inmerecidos a otras costas.

2 comentarios:

www.checheche.net dijo...

Lo graves es que perdamos el tiempo con este chiste que es el trueque Alexis-Palop.

Little

www.checheche.net dijo...

Ni piratas ni ladrones ni garrapatas. Del Nido sabe negociar y otros no. ¡¡¡Y punto!!!

(Palop ni regalado. He dicho).

V Molins