Sin ponerme trascendental ni nada... es una jodienda eso de cumplir años.
El lunes le tocó a servidor añadir una muesca más al DNI. Hace ya mucho tiempo que dejé de esperar con ganas una fecha de este tipo. Hace años, estos días era de celebraciones, tartas y velas, regalos y fiestas, discotecas y algún que otro desfase etílico. El lunes, la palabra fue "normalidad" y "tranquilidad". Casi me sentí como Unai Emery en sus ruedas de prensa...
Los que me conocéis ya sabéis que hace dos años viví el que quizá sea el último cumpleaños verdaderamente especial. Desde entonces, me doy cuenta cada día de que muchas cosas han cambiado, en especial a nivel personal. Soy diferente. He aprendido de mis errores. Mi escepticismo crece a medida que abandono la ilusión de los novatos y voy descubriendo que a veces, es verdaderamente complicado reunir fuerzas para levantarse cada mañana y ponerte a funcionar.
El día, eso sí, se hizo más llevadero con el constante sonido del móvil. Uno detrás de otro, mensajes, llamadas.... Sin parar. Además, las redes sociales (Facebook y Tuenti, ¿por qué tardásteis tanto en aparecer?) se convirtieron en otra fuente de felicitaciones más. Y los que no os acordásteis... de verdad, no pasa nada. Habrá otra ocasión, tranquilos.
Quizá la única decepción vino por parte de una persona que ni voy a recordar ni me apetece, y que con su recuerdo se llevó también las mínimas normas de educación y cortesía que a mí me enseñaron. Sólo espero que la vida te acabe poniendo en tu sitio, en el lugar que tú y los que te rodean escogieron para tí. Y con esto, ya te he prestado más letras de las que te mereces...
¿Lo mejor? Vosotros. Contigo, cuando nos fuimos a comer el lunes a mediodía. Y con vosotros, que os habéis acercado esta noche a cenar con el "núcleo duro". Los amigos, al final, son lo más importante en estos días. Por eso cenar hoy martes con todos vosotros, ponernos hasta las cejas, charlar, reírnos y todo eso... Es lo mejor de quemar etapas. Que puedes conservar lo mejor de épocas anteriores, reencontrarte con gente a la que hacía tiempo que no veías y recuperar el tiempo perdido. Ni siquiera me ha dolido pagar la cuenta a mí, con lo duras que están las cosas para todo el mundo últimamente...
Un "taco" más. Y lo empiezo con un trabajo que me encanta, una facultad que soporto como buenamente puedo y, sobre todas las cosas, unos amigos que son la bomba. Gracias a todos... por todo.
El lunes le tocó a servidor añadir una muesca más al DNI. Hace ya mucho tiempo que dejé de esperar con ganas una fecha de este tipo. Hace años, estos días era de celebraciones, tartas y velas, regalos y fiestas, discotecas y algún que otro desfase etílico. El lunes, la palabra fue "normalidad" y "tranquilidad". Casi me sentí como Unai Emery en sus ruedas de prensa...
Los que me conocéis ya sabéis que hace dos años viví el que quizá sea el último cumpleaños verdaderamente especial. Desde entonces, me doy cuenta cada día de que muchas cosas han cambiado, en especial a nivel personal. Soy diferente. He aprendido de mis errores. Mi escepticismo crece a medida que abandono la ilusión de los novatos y voy descubriendo que a veces, es verdaderamente complicado reunir fuerzas para levantarse cada mañana y ponerte a funcionar.
El día, eso sí, se hizo más llevadero con el constante sonido del móvil. Uno detrás de otro, mensajes, llamadas.... Sin parar. Además, las redes sociales (Facebook y Tuenti, ¿por qué tardásteis tanto en aparecer?) se convirtieron en otra fuente de felicitaciones más. Y los que no os acordásteis... de verdad, no pasa nada. Habrá otra ocasión, tranquilos.
Quizá la única decepción vino por parte de una persona que ni voy a recordar ni me apetece, y que con su recuerdo se llevó también las mínimas normas de educación y cortesía que a mí me enseñaron. Sólo espero que la vida te acabe poniendo en tu sitio, en el lugar que tú y los que te rodean escogieron para tí. Y con esto, ya te he prestado más letras de las que te mereces...
¿Lo mejor? Vosotros. Contigo, cuando nos fuimos a comer el lunes a mediodía. Y con vosotros, que os habéis acercado esta noche a cenar con el "núcleo duro". Los amigos, al final, son lo más importante en estos días. Por eso cenar hoy martes con todos vosotros, ponernos hasta las cejas, charlar, reírnos y todo eso... Es lo mejor de quemar etapas. Que puedes conservar lo mejor de épocas anteriores, reencontrarte con gente a la que hacía tiempo que no veías y recuperar el tiempo perdido. Ni siquiera me ha dolido pagar la cuenta a mí, con lo duras que están las cosas para todo el mundo últimamente...
Un "taco" más. Y lo empiezo con un trabajo que me encanta, una facultad que soporto como buenamente puedo y, sobre todas las cosas, unos amigos que son la bomba. Gracias a todos... por todo.
3 comentarios:
Ale bonico pues felicitaciones por atrasado... ya sabe que en checheche somos un poco "atrasaditos" :P:P:P
Como azotador (y agitador) oficial de tu blog recibe mis parabienes y felicitaciones... célticas, como siempre.
No es que tu escepticismo te lleve a la tranquilidad burguesa, es el pragmatismo el que te acerca al sofá antes que a la barra del bar.
¿Son los años? ¿Son los kilos? ¿Es la nómina a fin de mes? No, sólo es un año más...
Con afecto, con admiración, con retraso, con sinceridad, con mis mejores deseos...¡¡¡Felicidades!!!.
(No sé bien cómo, pero he podido entrar en tu blog. Porque desde mi página no puedo).
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