martes, 21 de octubre de 2008

Día libre


"Paco, mañana libras. ¿Ah, que no lo sabías?"

Todo un clásico. "Gajes del oficio", dicen. Porque, claro, eso de saber con más de unas pocas horas de antelación el día que vas a disfrutar del privilegio de no trabajar... mira chico, sólo está a alcance de los más grandes.

Sólo hay que hacer cuentas. Vale, a la gente de letras nos suele costar un poquito más, pero os recuerdo que el que esto escribe estuvo casi un año llevando la contabilidad de un restaurante, y eso curte que te cagas. Entonces, si yo tengo que hacer X horas a la semana, y cada tarde estoy Y horas en la redacción, y los fines de semana hago Z horas... Uy, no me sale la suma. Una vez más... "gajes del oficio".

Últimamente mi vida va como el fútbol del Valencia, a tirones y que Villa las vaya enchufando. En lo profesional, poquito que destacar, al margen de que el curro del fín de semana haya desactivado cualquier intento de tener vida social nocturna. El nivel de "puros" ha descendido considerablemente desde aquellos lejanos días de agosto, lo cual quiere decir que o bien estoy mejorando (lo dudo mucho: cada vez hago más el "chalado" dirigiendo El Mirador) o bien ya me dejan por imposible. No obstante, hoy me he dado cuenta de lo que es este mundo: no me voy a poder ir de viaje de fín de carrera.

Repito: no me iré de viaje de fín de carrera.

Mi fuero interno me pide sangre, y debería ponerme tragicómico en plan "la oscuridad se cierne sobre mí" (grandísimo spot)... pero supongo que es lo que hay. Mala suerte. Y no sigo escribiendo porque, no por aceptar la situación, te quedas menos jodido.

Me estoy haciendo un adicto a las ensaladas. Y a la Bebida Isotónica Hacendado sabor limón (por cierto, la de sabor "Neutro" es CLAVADA al Aquarius Normal, ¡probadla!). Y a pasar en el gimnasio más tiempo de lo habitual, escuchando la radio, con nocturnidad y alevosía. Quizá las once de la noche no sean horas, pero escuchar los programas deportivos nocturnos son mi única defensa contra el triunvirato de cinta de correr, bici de "spinning" y máquina elíptica que me están reventando el organismo cada día. Tras una hora sobre las tres, acabo literalmente muerto.

Por cierto, hoy en elvalencianista.com hay dos cosas que me llenan de ilusión. La primera, tras conocer la noticia de que no tendré viaje de fín de carrera. ¿Cómo recuperar la alegría? Dándole una hostia gigante a Koeman. Es terapéutico, casi como darle guantazos a un saco de boxeo o ponerte ciego a comer en un "chino" con buffet libre. La segunda, que en 24 horas he pasado de tener 80 aficionados a tener 125. Os juro que no se los motivos: yo escribo igual, meto las mísmas noticias que todos los dias, me preocupo de no tener faltas de ortografía, de que la información esté contrastada, de que las fotos "molen"... Chico, menudo enigma. Ya sabéis que si queréis contribuir a que no me muera de hambre, podéis registraros. Dios os lo agradecerá con hijos, tías buenas, tíos buenos y dicha y riqueza en general.

Eso, que mañana tengo día libre que voy a pasarme pegado al portátil, escribiendo cositas para la web mientras voy a clase por la mañana (dentro de un par de horas, vamos), y el resto del día... No sé, a la aventura. Cosas que tiene no saber hasta el lunes por la tarde que el martes libras: uno ya no puede ni hacer planes ni ná de ná.

3 comentarios:

Juan Al dijo...

jojo a otros por el contrario el lunes nos cambian las horas de trabajo del martes....

V Molins dijo...

Y otros, también por el contrario, SÍ nos vamos a ir de viaje de fin de carrera, jojo.

PD: Lo haces de puta madre en El Mirador. Y lo sabes. Todos lo sabemos. Eso es así.

Paco Garcia Polit dijo...

@vmolins: ¡Entonces que me dejen irme! Jajaja... ja...

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¡BUAAAAAAAAA!