lunes, 12 de mayo de 2008

Derbi "light" sin cafeína: intrahistoria del Levante-Valencia


Y, a todo esto, el domingo había derbi. Unos llegaban con la rabia contenida e indignación propias de aquellos que se saben engañados día tras día, pero siguen trabajando con la máxima profesionalidad; los otros, tras habérse quitado un enorme peso de encima y sabiendo que la temporada que viene seguirán en Primera... aunque la mitad de la plantilla esté en venta.

Como si de un preludio se tratase, desde el viernes llovió a cántaros sobre Valencia, dejando el césped del Ciutat de Valencia hecho unos zorros: lágrimas del cielo en homenaje a los jugadores levantinistas ninguneados y por los aficionados valencianistas traicionados por sus propios jugadores, que tras una temporada nefasta han ganado los dos partidos clave en Mestalla sin demasiados apuros. Si ya hace unas semanas el socio ché pensaría eso de "estos tíos son unos cabrones... pero son "mis" cabrones, y hay que animarles", no me puedo ni imaginar cómo se sentirá ahora que se han visto las verdaderas posibilidades de la plantilla. Claro, eso y un entrenador medio decente en el banquillo, porque con Koeman el Valencia ya tendría el billete para Segunda comprado y sellado...

El domingo llegó, y el ambiente era bastante alegre en los alrededores del coliseo granota. Curioso: el ambiente de cordialidad entre aficiones era algo único, con levantinistas saludando amistosamente a Jaume "Bonico" Ortí, aplaudiendo la llegada del Valencia y sin ningún tipo de mal rollo antes del partido. Dentro del estadio, mientras Raimon se afanaba en dejar el campo en las mejores condiciones posibles (logro más que destacable, porque apenas 24 horas antes el césped era una auténtica piscina olímpica), los jugadores de ambos equipos charlaban unos con otros. Llegadas las nueve de la noche, los dos conjuntos salieron portando una gran pancarta con el lema "Justicia": un bonito gesto por parte del Valencia CF, y que se repitió en el resto de campos de España. La foto oficial, con los jugadores de ambos equipos, los no convocados del Levante y los jugadores del filial granota, es una de las estampas más bonitas de toda la temporada.

El partido, eso sí, no tuvo historia. Mientras David Villa, alias "la pegada del VCF", daba buena cuenta del Levante (17 chicharros lleva el asturiano en su "peor" temporada con el Valencia... y aún hay algunos que se atreven a compararle con "pollo loco" Raúl...) las anécdotas se suedían en Orriols. Para empezar, los actos reivindicativos hicieron que el partido comenzase tres minutos tarde, con el consiguiente cabreo de Mejuto. Como castigo, el descanso duró sólamente diez minutos en lugar de los quince reglamentarios, para que la segunda mitad pudiera comenzar a las 22:00 en punto.


Hubo varios detalles curiosos, narrados de forma excelente por mi compañero Carles Valldecabres del diario Las Provincias. Las torres de la luz, justo ante de dar comienzo el partido, sufrieron un abrupto apagon, y el partido corrió peligro de ser detenido a causa de la falta de iluminación. Luego, para cumplir la condición de que no se mostraran los resultados del resto de partidos en el marcador del estadio (aunque ninguno de los equipos se jugaba nada), a alguien se le ocurrió la brillante idea de que el minutero tampoco se pusiera a funcionar, por lo que tuvimos que echar mano de nuestro reloj de pulsera para poder narrar el minuto y resultado.

Para rematar la faena, la lluvia intermitente y a ratos intensa hizo que los inalámbricos a pie de campo nos mojáramos como atunes de piscifactoría. Cada uno se las apañaba como podía: Montalt con su visera y chubasquero, Montaner con su sudadera y capucha... y yo con mi paraguas negro, lo que me valió varias broncas de los valientes aficionados que veian el partido desde la primera fila. Con el pitido final, carreras y empujones para hablar con los jugadores conforme abandonaban el césped. Por cierto, un saludo a nuestros amigos los de la Levantina de Seguridad. Hemos tenido nuestros más y nuestros menos esta temporada, pero espero que el año que viene las "caricias" sean un poco más suaves en la división de plata...

Tras el partido llegó una de las zonas mixtas más movidas de los últimos tiempos en el Ciutat de Valencia. Mientras el vicepresidente granota Miguel Ángel Ruiz atravesaba a toda prisa el aparacamiento en dirección a su coche, rodeado de 5 guardias de seguridad, fue aplaudido con sorna por parte de varios aficionados ("¡Venga, un aplauso para Miguel Ángel! ¡Qué todos sabemos que la culpa es sólo de Villaroel, tú no has hecho nada! ¡Caradura, largo de aquí!"). Luego llegarían los lamentos de Jose Ángel Moreno, el comunicado de la AFE leído por Rubiales y Descarga, y la posterior amenaza de huelga que, finalmente, hoy se ha hecho oficial. Mientras, los jugadores ches abandonaban el campo en autobús, y algunos como David Villa salían por zona mixta en lo que puede ser una de su últimas comparecencias como jugador del Valencia CF.

El Levante irá a la huelga frente al Real Madrid. Una vez más, la reacción del Consejo de Administración es lamentable, con Javier Navarro afirmando que puede "entender que la gente no sepa de Derecho" en clara alusión a Luis Manuel Rubiales, erigido en portavoz de la plantilla y a apenas un par de aignaturas de sacarse la Licenciatura en Derecho en el CEU. ¿A alguien le extraña que, con dirigentes así, el equipo esté donde está? Descendido hace tiempo, endeudado hasta las cejas, con los jugadores en huelga... Ójala el derbi del domingo no se hubiera visto deslucido por tanta infamia. La actuación del Valencia, señorial. De diez. Los jugadores y la afición levantinistas, tres cuartos de lo mismo. Lo único que sobraba era Villarroel y su cortijo de ineptos. Lo que hay que aguantar...

1 comentario:

www.checheche.net dijo...

Levantina versus Prosegur... el gran derby de la ciudad de Valencia :P:P:P

Little