sábado, 16 de agosto de 2008

ADO, ADO



Estos últimos días se han escuchado decenas de "rajes", en los foros más variopintos, referentes a la mediocre actuación de los deportistas españoles en los Juegos Olímpicos de Pekín 2008. Y es que, desde aquel fulgurante debút de los nuestros los primeros dos días, con el oro de Samuel Sánchez en ciclismo en ruta y el bronce de Jose Luis Abajo en esgrima, no nos comemos una rosca. Al margen, claro está, de la impresionante exhibición de Joan Llaneras esta tarde en ciclismo en pista. Dos oros y un bronce es nuestro botín... de momento.

Leía no hace mucho que el deporte español, simbolizado en las becas ADO, iba a tirar las casa por la ventana para tratar de igualar en la cita asiática los resultados conseguidos en Barcelona 92. Loable esfuerzo, sin duda, aunque su efectividad queda en entredicho después de ver algunas cosas que no nos han gustado nada a algunos en los últimos días.

Manolo "Superman" Martínez no superó el corte y ni siquiera se metió en la final de lanzamiento de peso. Hoy, Paquillo Fernández, una de nuestras más firmes esperanzas de medalla, sólo pudo quedar séptimo en los 20 km. marcha. En gimnasia masculina ni Deferr ni Rafa Martínez han podido hacerse con una presea. Y como estos, decenas de ejemplos más en los que la historia transcurre más o menos igual: puestos meritorios, incluso a las puertas de las medallas, con muchos diplomas olímpicos pero sin ningún metal que poder mordisquear en el podio.

Mientras tanto, aquellos sin ningún tipo de ayuda olímpica tampoco lo están haciendo tan mal. Sin ir más lejos, Rafa Nadal: un tío que va por libre en esto de los Juegos y que, de momento, ya ha asegurado al menos una plata metiéndose en la final de tenis masculino. Hay varios ejemplos más, pero creo que ya os estáis imaginando por dónde voy...

No me malinterpretéis: el esfuerzo del COE con las becas ADO es digno de elogio. Pero creo que los resultados deben servir como catalizador para hacernos ver la realidad. Todavía no hemos dado con la tecla adecuada para maximizar estas inversiones. El objetivo era intentar igualar los resultados (22 medallas) del año 1992, con un sistema de ayudas propio de 1992. Lástima que estemos en 2008, y que en esos 16 años de diferencia el resto de países se hayan adaptado a los nuevos tiempos mientras nosotros seguimos con un sistema de asignación de becas obsoleto. Así, tenemos deportistas que viven de las rentas, de éxitos pasados, con el consiguiente gasto de recursos que podrían ser bien invertidos en jóvenes promesas.

Vamos decimoséptimos en el medallero, aunque parece que en los próximos días, tenis, baloncesto, waterpolo y balonmano mediante, podemos escalar un par de posiciones. Es cierto que resumir cuatro años de trabajo, esfuerzo y dedicación en un cuarto puesto, con un diploma olímpico como única recompensa, es muy duro e injusto. Pero también lo es el hecho de que los recursos públicos del deporte español sean finitos, y tengamos que usarlos de la forma más eficaz y provechosa posible. ¿Cómo, que entonces deberíamos incrementar la inversión que el Estado dedica a nuestros deportistas? Eso, amigos míos, lo hablaremos otro día...

2 comentarios:

www.checheche.net dijo...

El día que la gente se gane sus plazas en unos Trials tendremos verdaderos competidores.

Little

PD. Los que has mencionado están pasados de vueltas después de tantos años en la élite. Ya están prejubilados para la élite muchos de ellos.

www.checheche.net dijo...

A veces a la gente también se le va la cabeza exigiendo medallas a un país de 40 y pico millones de habitantes...

Porque no es por nada, pero si se hiciera una comparativa medallas/habitantes a España la superaría Cuba, Holanda, Australia y poco más.

V Molins