martes, 27 de mayo de 2008

Play-offs NBA 2008: Máxima igualdad


Pido disculpas por anticipado por dejar un poco de lado la actualidad NBA, pero los trabajos de la facultad mandan y, además, aún no me había recuperado del mosqueo de ver a los Hornets eliminados por los odiosos Spurs (para mayor regocijo de amantes del baloncesto rocoso y feote, como el vecino Little...). Qué injusto es el básket, pardiéz.

Dicho esto, las dos finales de conferencia están igualadísimas, aunque los caminos de ambos duelos están transcurriendo por derroteros distintos: mientras que los partidos entre Lakers y Spurs están siendo cláramente favorables a los equipos que actúan como local, los Celtics y los Pistons han logrado una victoria a domicilio por cabeza. Máxima igualdad, por tanto, mientras los equipos se dejan la piel en el último peldaño previo a las Finales de la NBA.

CONFERENCIA ESTE

Boston Celtics - Detroit Pistons (2-2). Aunque Boston comenzó la serie imponiéndose en el primer partido, la gran defensa de los de la Motown en el segundo choque saltó por los aires la seguridad del TD Banknorth Garden. Parecía que la pérdida del factor cancha iba a ser un golpe mortal para las esperanzas verdes, ya que hasta el momento Garnett y el resto de célticos no habían conseguido ganar un encuentro fuera de casa. Pero Ray Allen y Paul Pierce complementaron a "La Máscara" en el primer partido disputado en Detroit, recuperando el factor cancha. El cuarto partido fue cláramente para los Pistons, con una enorme aportación de su juego interior, en especial de Antonio McDyess.

CONFERENCIA OESTE

Los Angeles Lakers - San Antonio Spurs (2-1). Las cosas empezaron mal para los Lakers: en el descanso del primer partido en el Staples, perdían de veinte. El milagro se materializó en los últimos dos cuartos, con un tremendo Kobe, una buena defensa de Gasol sobre Duncan (nefasto partido del pívot del equipo tejano) y un horrible partido de Parker y Ginobili. El segundo partido fue una balsa de aceite para los californianos, que apalearon sin piedad a unos Spurs en plena crisis de identidad. Pero San Antonio resurgió en el tercer partido, sacando a relucir los galones con su "Big Three" a pleno rendimiento (Duncan 20 puntos y 21 rebotes, Parker 21 puntos y Manu, inmenso, terminó con treinta puntazos). Los Lakers no tuvieron opción. Esta noche, el cuarto salto.

domingo, 25 de mayo de 2008

Por Dios, que Unai no salga "rana"...


Tras lavarnos los dientes a conciencia para así eliminar todo rastro de Koeman que pudiera quedar en nuestros paladares, el pasado viernes era presentado su sucesor en el cargo, tras el breve interludio de cinco partidos con Voro al frente del equipo. Unai Emery llega como terapia de choque para solucionar la crisis de identidad de un equipo en caída libre y que ha salvado la temporada a duras penas. Y ya desde su misma presentación las sensaciones son opuestas, DIAMETRALMENTE opuestas a las que transmitía el día de su llegada Ronald Koeman.

Me decía Villena al acabar la rueda de prensa con tono irónico algo parecido: "igualito que Koeman, oye". Tras la rueda de preguntas llegó el momento de que el nuevo técnico comenzara a pasar por todas las radios y televisiones de la ciudad. Y cuando digo todas me refiero, con toda tranquilidad, a más de diez o doce entrevistas con medios distintos. El técnico llevó a cabo "la ronda" con toda tranquilidad, resignado y con una sonrisa de circunstancias mientras le hacían las mismas preguntas una y otra vez. Koeman, por su parte, era un cúmulo de protestas y malas caras el día de su presentación, como me contó mi compañero. "¿¡Otra entrevista más!?", me cuentan que llegó a gritar con indignación.

El talante es otro aspecto en el que el vasco le gana la partida de calle al holandés. Dicen los que le conocen que Emery es una persona tranquila y humilde: Carlos García, jugador suyo en el Almería, ha llegado a decir que los mayores cabreos del técnico han sido en defensa de su equipo, en partidos dónde los árbitros han perjudicado a sus jugadores. Quizá esta humildad provenga de sus orígenes como jugador: aunque llegó a debutar en Primera, Unai pasó de la noche a la mañana de ser jugador del Lorca a entrenar al resto de sus compañeros. Vamos, lo mismito que un Koeman altivo y prepotente, cuyas declaraciones hacían subir el precio del pan cada vez que el tulipán abría la boca.

Unai trae con él una nueva filosofía, que este año ha funcionado a la perfección en el Almería: mucha presión arriba, juego claramente ofensivo, uso intensivo de las bandas y mucha, mucha estrategia. Comparte puntos en común con la filosofía anterior ("barraca" y contragolpe, al estilo Cúper, Benítez o Quique Flores), pero también muchas diferencias. La incógnita reside en saber si esta plantilla será capaz de adaptarse al nuevo estilo de juego, o si bien la renovación "forzosa" del Valencia CF (Villa, Silva y Joaquín tienen muchas papeletas para marcharse) es más profunda de lo que creíamos inicialmente.

¿Que qué pienso yo? Es pronto para opinar, pero seamos francos: mejorar los resultados de Koeman es tan fácil que hasta me da pereza decir que Unai Emery lo conseguirá con la gorra. Tras su presentación, pude saludar al técnico y le di la enhorabuena a mi manera: "Enhorabuena, Unai. Bienvenido a la ciudad con los medios de comunicación más locos del país". El hombre me estrechó la mano y esbozó una media sonrisa, en mitad del vaivén de ser trasladado de un punto a otro de entrevista en entrevista. Y es que va a ser fundamental la relación de Emery con los medios valencianos: hemos tenido en los últimos años demasiados ejemplos de polarización (quiquistas contra carbonistas, anti-koeman y... bueno, más anti-koeman) debido a que los entrenadores no han sabido "manejar" al entorno mediático del Valencia CF. Espero que, con Unai, los periódicos, radios y televisiones se miren un poco el ombligo y pongan de su parte para lograr el bien del Valencia, y no el suyo propio.

viernes, 23 de mayo de 2008

Holanda, el país de las drogas blandas


Tengo un par de amigos que han visitado Holanda, Amsterdam concretamente, en más de una ocasión. Cuando regresan a casa su carácter es un poco más... "alegre", por decir algo. No es de extrañar, teniendo en cuenta que, durante su estancia en los Países Bajos consumen gran parte de su tiempo poniéndose hasta arriba de marihuana y "alucinando en colores".

Algo así debe de estar haciendo Ronald Koeman desde que le dieron la patada en Valencia. Porque es la única explicación plausible a la "rajada" que pegó el otro día en su país contra el club del que era entrenador hasta hace un mes: el hombre estará pasando sus días de coffee-shop en coffee-shop, comiendo pastel de maría y respirando humos que no le hacen ningún bien a su ya de por sí algo deteriorado cerebro. El otrora héroe barcelonista de Wembley se quedó más ancho que largo y le arreó a Joaquín, a los apartados e incluso a Voro, responsable de sacar las castañas del fuego en esta recta final de temporada.

Hace años, mi madre me decía que tomar drogas era perjudicial, que "te vuelves medio tonto" y que afectaba a tu percepción de la realidad. Ahora, los padres modernos pueden enseñar estas declaraciones a sus hijos adolescentes y ofrecerles un ejemplo práctico: "mira Pablito, si fumas porros acabarás diciendo tonterías como éstas". Pero, no obstante, hay otra explicación a la polémica, mucho más lógica que la anterior: símplemente, Koeman es así. Altivo, prepotente, chulo y muy desagradecido, negándose a afrontar esa realidad que dice que es el peor entrenador de la historia del Valencia CF. Los números están ahí. Las declaraciones del vestuario tras su marcha están ahí. Parece que el único que no se da cuenta de su incompetencia es él.

Yo no me escondo: dije desde el primer día que Koeman era una bacalá infame, y el tiempo lo ha demostrado con creces. Pero ni el más viejo del lugar podía esperar que el tipo tuviera la jeta tan dura de "rajar" tras su paso por Valencia. De criticar al club cuando el hombre ha "trincado" cerca de siete millones de euros por dejar al Valencia al borde del abismo de Segunda. Si en mi empresa ofreciera un rendimiento similar, me hubieran puesto de patitas en la calle a las primeras de cambio. Y, por supuesto, no habría visto un duro en finiquitos. Por eso los aficionados ches deberían indignarse, como mínimo, tras ver como este señor ha optado por la vía de la polémica y la prepotencia en lugar de cerrar el pico y contar los billetes que se ha llevado inmerecidamente de las arcas valencianistas.

Obviamente, los aludidos no iban a callarse: Joaquín contestó al ex-entrenador con una somanta de palos de similar envergadura (impagable esa frase de que "Koeman sólo se preocupaba de tener cinco o siete botellas de vino en la mesa"), Vicente siguió la misma línea y Voro, el apagafuegos, demostró tener mucha más clase que "RK el Terrible" y pasó de puntillas sobre el tema. Mientras, Ronald sigue en su país, pasando el rato en coffee-shops de dudosa reputación, recostado sobre cojines y presumiblemente dándole a la cachimba: sólo de este modo puede seguir en su mundo feliz, en su realidad alternativa donde él es un gran entrenador que, de no haber venido a nuestra ciudad, hubiera sido seleccionador holandés o entrenado al Barça. A veces, para algunas personas, es preferible refugiarse en ese mundo interior de auto-engaño que afrontar la cruda realidad.

lunes, 19 de mayo de 2008

"No pienses que la niña te va a servir de excusa"


Todo había terminado. La Liga 2007-2008, una de las peores temporadas en la historia del Valencia, el annus horribilis ronaldkoemanis, el año que se ganó de nuevo la Copa del Rey... Todo había llegado a su fín.

Pero una vez más, ocurrió como en los prólogos de cada una de las historietas de Asterix. "Todo había terminado. ¿Todo? ¡No!" Porque un grupo de irreductibles ultras quisieron que el Valencia CF tuviera un final de fiesta acorde a lo que ha sido toda la temporada: lamentable. Fueron, un domingo más, aproximadamente unos treinta integrantes de la peña Yomus los que se encargaron de hacer que la salida de los jugadores de Mestalla fuera un auténtico infierno.

No hablo por segundas: puedo contarlo porque estuve allí. Como suele ser habitual, los ultras se ubicaron en la esquina de Mestalla que da a la Avenida de Suecia y al parking donde se sitúan los camiones y unidades móviles de las televisiones. Allí, increparon a los jugadores que iban saliendo del estadio en su coche particular: primero Marchena, luego Baraja... La tensión comenzó con Vicente Rodríguez, a quien insultaron de forma grave y amenazaron en varias ocasiones al tiempo que el jugador respondía a las diatribas a través de la ventanilla.

Mientras el revuelo tenía lugar, el padre de David Silva (miembro de la seguridad del Valencia CF) trataba de hablar con los cabecillas de los Yomus, instándoles a abandonar el lugar y dejar de armar jaleo. Segundos después, y mientras su padre seguía dialogando, salía el propio Silva en su coche. La piña humana de aficionados que buscaban un autógrafo le hizo aminorar la marcha, y un descerebrado aprovechó la coyuntura para golpear con la mano el Toyota del jugador. Este se detuvo en seco, y miró desafiante al agresor. Mala idea: diez ultras más comenzaron a aporrear el vehículo, más con la intención de amedrentar al conductor que de causar daños, aunque uno casi arranca de cuajo el retrovisor izquierdo. Finalmente Silva pudo escapar de la marabunta y salir a la carretera, mientras los Yomus reían y caminaban despreocupados por la calle ante la atenta mirada de la Policía.

Lo verdaderamente grave iba a ocurrir a continuación. De alguna forma, el hecho de que los jugadores salgan en coche evita enfrentamientos directos con los radicales. Sin embargo, mientras el paquete de Yomus se colocaba en la isleta sita en la Avenida de Suecia, justo enfrente del Monumento a la Afición, Ever Banega salía por la zona de autoridades "a pecho descubierto": vestido de calle, sin escolta y sin temor alguno. Iba acompañado de su padre y de otro argentino, camino a su coche aparcado a apenas cuarenta metros. No obstante, el tramo final del camino fue un suplicio para el jugador mientras los ultras le llamaban de todo: "¡borracho!", "¡pajero!", "¡que te hagan el control de alcoholemia, cabrón!" y otras lindezas por el estilo. Banega trató de mantener la calma, aunque en ocasiones respondía a las amenazas, sobretodo después de que le dijeran que "¡en Boca ya te habrían pinchado por lo que haces!". Su padre, por el contrario, no se reprimió: trató de revolverse y de golpear a uno de los ultras, y tuvo que ser frenado por la Policía Nacional, seis agentes que habían acudido para poner orden. Al final Ever pudo subir a su vehículo y marcharse a toda prisa del lugar.

La tensión se hizo aún más palpable con la salida de Iván Helguera. El cántabro salió por la puerta de autoridades con su hija de un año en brazos, y no tuvo problema en ir firmando autógrafos y fotografiándose con los aficionados que se lo pedían. Al llegar a la zona donde el incidente anterior había tenido lugar, los ultras estaban esperándole. "En el Madrid les comíais la polla a los Ultras Sur, aquí tenéis que hacer lo mismo", "no pienses que por llevar a la niña te vas a escapar", "Valencia es muy pequeña, te estás equivocando con nosotros"... Verdaderamente lamentable. Helguera mantuvo la calma y caminó con dificultad hasta un parking privado que hay en esa esquina, propiedad del club. Los insultos, amenazas, gritos... fueron presenciados por su hija pequeña, que miraba a los radicales con ojos asustados. Es una de las estampas más patéticas que he visto en mi vida.

El último capítulo de este infame sainete de violencia lo protagonizó involuntariamente Joaquín. El gaditano repitió lo hecho por su compañero minutos antes: salida por la puerta que da acceso al palco, firma de autógrafos y varias decenas de fotos con aficionados, y al final del camino... los Yomus. La habitual sonrisa del jugador se transformó en una mueca de seriedad e impotencia mientras escuchaba cosas como "gitano", "hijo de puta", "vete a los Morancos ahora"... Incluso se le llegó a echar encima el cabecilla del grupo, tocándole la pechera de forma amenazante. "El Pisha" llegó como pudo al garaje privado gracias a un par de miembros de la seguridad del club. Mientras, la Policía seguía mirando. Sin detenciones. Sin llamadas de atención. Nada.

Estos son los que la lían siempre. Los que son parados por las autoridades en Pamplona, y expulsados de Navarra porque en su autocar llevaban un auténtico arsenal (rodamientos, bates de béisbol...) que pretendían usar en los aledaños del Reyno de Navarra. Los que fueron a la final de la Copa gracias a las entradas proporcionadas por el club, sin tener que hacer cola ni participar en el sorteo. Los que gritan "¡Quique vete ya!" o "¡Jugadores mecenarios!", pero en cambio no dicen ni media palabra contra Juan Soler. Algo lógico, por otro lado: ¿cómo van a insultar a aquel que les proporciona todos sus caprichos?

Estampas como las del domingo hacen un daño tremendo a la imagen del Valencia CF. Y no podemos demonizar sólo a los ultras valencianistas, porque al fín y al cabo ellos sólo hacen su papel: atacar y destruir todo aquello que sus líderes ideológicos creen oportuno. Por eso habría que advertirle a Juan Soler que no siempre van a ser "majos" con él: como ocurre en estos casos, el máximo accionista debería cortar de raíz la mala hierba antes de que el problema de los ultras se haga más grave. Una niña de apenas un año no tiene porqué tener pesadillas con estos indeseables. ¿Está Ud. contento, señor Soler? Este es un monstruo que usted ha creado, y que con su incompetencia, permisividad y favores alimenta día tras día. Este es su Valencia CF. Y en su huida hacia adelante está consiguiendo fortalecer a unos radicales que cada día se sienten más respaldados en sus actos. "Paterna es nuestra", decía uno de ellos. Y si desde el propio club no hacen nada, ¿quién somos el resto para llevarle la contraria?

¿Seguro que la naturaleza es sabia?


Ayer era el día de las protestas. Un domingo que estaba marcado en el calendario de los aficionados valencianistas, sufridores ellos, como el punto y final de una temporada para olvidar. No obstante, la climatología tenía otros planes, y la gran bronca inicialmente prevista se quedó en cuatro abucheos pasados por agua.

Los días previos fueron convulsos, como viene siendo habitual. Para el partido que cerraba la temporada ante el Atlético se estaba preparando una gorda desde el mismo martes, cuando la Agrupació de Penyes emitió un incendiario comunicado en el que mostró su desencanto con el club. Desde ese punto hasta el sábado, muchísimas muestras de enfado y de cabreo entre los aficionados, lo que hacía prever un "pollo" espectacular para el domingo.

Y cuando parecía que las cosas no se podían empeorar... llegó el sábado, y la bola de nieve se hizo todavía más grande: los jugadores se negaron a salir al balcón del Ayuntamiento a celebrar la Copa del Rey. De nada sirvieron las súplicas de Rita Barberá, ni del propio Agustín Morera (también conocido como "el hombre de paja de L'Horta Nord"): las jugadores negaron en tres ocasiones a la alcaldesa (como Pedro hizo a Jesucristo), y se montaron en el autobús sin brindar a los mil aficionados congregados en la Plaza del Ayuntamiento el título conseguido. Lamentable espectáculo ofrecido por unos lamentables jugadores, niños grandes consentidos y mimados cuyo "coco" no les da para entender que, sin el aficionado de a pie, ellos no son nada.


Por eso, como se puede escuchar en el vídeo anterior, seguro que Soler soltó un pequeño respiro cuando los negros nubarrones que cubrían la ciudad comenzaron a descargar agua de forma indiscriminada. Un chaparrón que evitó la acudida en masa de aficionados a Mestalla: de los 35.000 espectadores habituales, al final la cifra se vio reducida a la mitad. Aficionados acérrimos que soportaron, además del aguacero intermitente, un partido infumable, malísimo, en el que se vio a dos equipos laxos y relajados y donde lo único que mereció la pena fueron los cuatro goles materializados.

Al final de la película, uno se va con la sensación de que, una vez más, Soler se escapa vivo. Se va de "rositas", como diría aquel. Las iniciativas de algunos se quedaron cortas: se vieron globos con mensajes reivindicativos, algunas pancartas más o menos incisivas, tímidos pitos en algunas fases del choque... Ni tan siquiera los pasquines anaranjados que atacaban la gestión de Soler bajo el jocoso "Gracias Juan!!! Soler vende" surtieron efecto. Un buen taco de estos panfletos fueron lanzados desde la grada superior sobre el palco de autoridades, llenando el suelo la zona VIP de Mestalla de papeles naranjas. El club, o más bien Jesús Wollstein (alias "ojo de halcón"), solucionaron rápidamente el tema: un ejército de señoras de la limpieza dejaron en apenas unos segundos el palco más limpio que una patena, libre de cualquier consigna reivindicativa.

La tarde de ayer fue gris, lluviosa, espesa y triste. Triste por una lluvia que, por ejemplo, deslució sobremanera la despedida de un Santi Cañizares que se va del Valencia como uno de los jugadores más laureados de su historia. El "Dragón" se fue bajo la lluvia, recibiendo desde el centro del campo los aplausos de menos de 10.000 espectadores: un final indigno para un mito del valencianismo. Otros, como Albelda, ni siquiera estaban en Mestalla. ¿Qué fue de los actos oficiales, las presentaciones en Powerpoint y los vídeos para homenajear al futbolista? Otra metedura de pata de Soler. Una más. Y ya llevamos tantas como gotas de lluvia cayeron ayer sobre Mestalla. ¿Qué hubiera pasado si la tarde hubiese sido soleada? Pitos, gritos, cabreo, insultos... "algo". Una reacción. Cualquier cosa hubiera sido preferible a lo visto ayer: una afición apagada y desmotivada, una sombra de lo que en su día fue Mestalla. Cosas del temporal.

jueves, 15 de mayo de 2008

Typical Spanish


"Dios, amo este país". No recuerdo en qué película aparecía esta frase, pero desde luego sirve para ilustrar mi asombro cuando leo las críticas a Pau Gasol en determinados foros. Críticas de aficionados (si es que se les puede llamar así) españoles que relativizan los logros del de Sant Boi acusándole de "blando" en la pintura, alegando que "no coge rebotes", que "se esconde en los partidos importantes"... e infinidad de tonterías más.

Ayer Gasol se marcó una gran actuación, con sus lógicos fallos, en el quinto partido de la serie ante los Jazz. En el momento decisivo, Pau respondió con dos mates clave y un rebote vital para asegurar el tercer tanto (3-2) en el casillero de los Lakers. Como es lógico, esta mañana el "bombo" estaba subido a la máxima potencia: Marca, As, El País... todos cantaban las excelencias del ala-pívot. Y aún así, he podido leer cosas como que "en el rebote le hace falta a Okur", cuando a Gasol le han dado cera de la buena en los dos partidos jugados en Salt Lake City sin que esos mismos críticos levantaran la voz.

No entiendo a la gente de este país. Tenemos históricamente un serio problema de complejos y envidia hacia las figuras de éxito, con los deportistas españoles que sobresalen de alguna forma en el panorama internacional. Se han visto casos de todos los pelajes. Con Fernando Alonso, por ejemplo, sus críticos le atacan por el flanco de su carácter, frío y bastante huraño con todo lo que no sea la competición. Y yo lo entiendo, porque a Alonso no le pagan por ser simpático (aunque alguna sonrisita de ve en cuando no le vendría mal), sino por ganar carreras y hacer podios (esta temporada lo lleva "chungo" con la tartana del R-28). El polo opuesto es Rafa Nadal, con quien casi nadie se mete, aunque siempre está el típico españolito listillo que prefiere apoyar a Federer sólo por tocar las narices.

Lo de Gasol me sigue pareciendo un Expediente X. Pau ha demostrado ser en infinidad de ocasiones un señor dentro y fuera de la cancha. Sus rivales le respetan, sus compañeros le aprecian, la prensa estadounidense le adora (sí, incluso en la de Memphis, que con el tiempo se ha dado cuenta de que dejaron escapar a un pedazo de jugador) y su equipo está en la "pomada" de la NBA tras una larga travesía de los angelinos por el desierto de la mediocridad. Pero algunos siguen empeñados en desvirtuar sus éxitos (Rookie del año, campeón del mundo con España, subcampeón de Europa, MVP del Mundial, All-Star...) y en ningunearle a toda costa.

Señores, no nos engañemos: la llegada de Pau a los Lakers hizo que pasaran de ser un buen equipo a ser aspirante al anillo. Kobe es mejor desde que está Pau, Odom es mejor desde que está Pau... diablos, los Lakers al completo son mejores desde que Gasol llegó a Los Ángeles. Parece mentira que sea justamente en España donde más se critique al que probablemente sea el mejor jugador español de la historia, y uno de los mejores europeos que han jugado en la NBA. Con imbecilidades como las que se pueden leer tras cada partido en determinadas webs, no me extrañaría nada que el día después de que los Lakers ganen el anillo tengamos a los bocazas de turno diciendo que "aunque metió 30 puntos y cogió 2 rebotes, Gasol jugó fatal". Dios, amo este país.

miércoles, 14 de mayo de 2008

Play-offs NBA: Nos vamos a los siete partidos

La igualdad está siendo la tónica predominante en las semifinales de Conferencia de esta temporada. Ahora mismo tenemos sólamente un finalista en el Este, mientras que las otras tres eliminatorias son firmes candidatas a irse hasta los siete partidos si las cosas continúan así. Un dato escalofriante: de 18 partidos disputados en semis, 17 han sido victorias de los equipos que jugaban como locales, con los Pistons de Richard Hamilton como única excepción. Luego dicen que jugar en casa no es importante...


CONFERENCIA ESTE

Detroit Pistons - Orlando Magic (4-1). Una vez más los "Bad Boys" se plantan en la final de la Conferencia Este tras aplastar a los Magic. Dwight Howard estuvo a años luz del nivel mostrado en temporada regular, y su equipo lo acusó en exceso. Los dos primeros partidos en la Ciudad del Motor no tuvieron historia, y el tercero en Orlando fue para los locales, que se aprovecharon de la lesión de Chauncey Billups para ganar por fín a Detroit tras 9 derrotas consecutivas ante ellos en play-offs. No obstante, la figura de "Rip" Hamilton emergió para compensar la baja de su compañero, y el cuarto encuentro acabó con un ajustadísimo 89-90 para unos Pistons que llegaron a estar 15 puntos por debajo. A la postre, de nuevo el choque de trenes de ayer terminó cayendo del lado de los Pistons, con un tremendo "pincho de merluza" de Taysahun Prince sobre Turkoglu en los últimos segundos que selló el pasaporte de Detroit a la final.

Boston Celtics - Cleveland Cavaliers (2-2). Jamás me perdonaré haber visto en directo, a las tantas de la madrugada, el primer partido de la serie: semejante bacalá infame seguro que me causa daños psicológicos irreparables en el futuro. El segundo tampoco fue un dechado de virtudes, pero los Celtics demostraron saber aprovechar con acierto el factor cancha. Todo esto ocurría mientras LeBron completaba dos partidos infumables. El "23" espabiló ligeramente en el tercer partido (21 puntos), y el cuarto sirvió para confirmar dos cosas: James ha despertado definitivamente (21 puntos, 13 asistencias), aunque sigue sin estar fino del todo; y los Celtics se "achantan" fuera del Banknorth Garden, con su "Big Three" reduciéndose al "Big One" que es Garnett, el único que está tirando del carro de los verdes. Huele a siete partidos, pero un peligro acecha a Boston: si la serie está igualada con LeBron lejos de su mejor versión, ¿qué ocurrirá si esta noche "King James" se pone a emular a Jordan en el quinto partido? Difícil apostar por un ganador en esta dura eliminatoria, pero una cosa está clara: el paupérrimo nivel del Este no se puede comparar con la dureza del Oeste.


CONFERENCIA OESTE

New Orleans Hornets - San Antonio Spurs (3-2). Se lo que me vaís a decir: que tengo mucho morro porque sólo escribo cuando ganan los Hornets. Debo admitir que, tras ganar los dos primeros partidos, esperaba que Chris Paul y compañía al menos sacaran adelante uno de los partidos disputados en el AT&T Center de San Antonio. Pero los Hornets se escondieron, Duncan mejoró y Ginobilli y Parker estuvieron a un gran nivel. La eliminatoria estaba igualada hasta ayer por la noche, y el equlibrio se mantuvo en el marcador hasta la media parte: lo que sumaban Bowen, Parker y Duncan era contrarrestado por David West, desatado en el quinto partido y que terminó con 38 puntos y 14 rebotes, números de un All-Star por mucho que le pesea algunos. San Antonio fue apaleado sin piedad en la segunda mitad por los Hornets, liderados por Paul (de nuevo, magistral en la dirección) y West. La mala noticia fue la pésima actuación de Stojakovic; la buena, que Duncan sigue "desaparecido en combate". El sexto lo ganan los Spurs, y New Orleans a la final en el séptimo. Al tiempo...

Los Angeles Lakers - Utah Jazz (2-2). Verdaderamente lamentable lo visto en los dos partidos jugados en cancha mormona. Ahora todo el mundo del baloncesto comprende porqué el Energy Solutions Arena de Utah es la cancha más difícil de la NBA: los arbitrajes son auténticamente escandalosos, indignos de la mejor liga del mundo. Los jugadores de Jerry Sloan acabaron reventados, exhaustos de tanto "repartir estopa" a unos Lakers desamparados y que veían impotentes como los árbitros no señalaban ni una de las faltas que sufrían. El tercer choque estuvo marcado por las dos faltas de Fisher en el primer cuarto, y que le "sacaron" del partido; y por la portentosa actuación de Boozer, gigante en la pintura con 27 puntos y 20 rebotes. Luego, el pasado domingo el guión tomó tintes dramáticos: tras remontar 11 puntos a la desesperada, los Lakers consiguieron forzar la prórroga. Una victoria en Utah hubiera supuesto un golpe de moral definitivo, pero fue entonces cuando Kobe se lesionó de la espalda (algo tan típico y tópico como el lumbago), y los Jazz sentenciaron en el tiempo extra. Esta noche, final en el Staples: el que gane tendrá medio billete para la final del Oeste. Kobe jugará lesionado. Es el momento de que los otros dos mosqueteros, Gasol y Odom, lleven a los de oro y purpura al triunfo.

lunes, 12 de mayo de 2008

Derbi "light" sin cafeína: intrahistoria del Levante-Valencia


Y, a todo esto, el domingo había derbi. Unos llegaban con la rabia contenida e indignación propias de aquellos que se saben engañados día tras día, pero siguen trabajando con la máxima profesionalidad; los otros, tras habérse quitado un enorme peso de encima y sabiendo que la temporada que viene seguirán en Primera... aunque la mitad de la plantilla esté en venta.

Como si de un preludio se tratase, desde el viernes llovió a cántaros sobre Valencia, dejando el césped del Ciutat de Valencia hecho unos zorros: lágrimas del cielo en homenaje a los jugadores levantinistas ninguneados y por los aficionados valencianistas traicionados por sus propios jugadores, que tras una temporada nefasta han ganado los dos partidos clave en Mestalla sin demasiados apuros. Si ya hace unas semanas el socio ché pensaría eso de "estos tíos son unos cabrones... pero son "mis" cabrones, y hay que animarles", no me puedo ni imaginar cómo se sentirá ahora que se han visto las verdaderas posibilidades de la plantilla. Claro, eso y un entrenador medio decente en el banquillo, porque con Koeman el Valencia ya tendría el billete para Segunda comprado y sellado...

El domingo llegó, y el ambiente era bastante alegre en los alrededores del coliseo granota. Curioso: el ambiente de cordialidad entre aficiones era algo único, con levantinistas saludando amistosamente a Jaume "Bonico" Ortí, aplaudiendo la llegada del Valencia y sin ningún tipo de mal rollo antes del partido. Dentro del estadio, mientras Raimon se afanaba en dejar el campo en las mejores condiciones posibles (logro más que destacable, porque apenas 24 horas antes el césped era una auténtica piscina olímpica), los jugadores de ambos equipos charlaban unos con otros. Llegadas las nueve de la noche, los dos conjuntos salieron portando una gran pancarta con el lema "Justicia": un bonito gesto por parte del Valencia CF, y que se repitió en el resto de campos de España. La foto oficial, con los jugadores de ambos equipos, los no convocados del Levante y los jugadores del filial granota, es una de las estampas más bonitas de toda la temporada.

El partido, eso sí, no tuvo historia. Mientras David Villa, alias "la pegada del VCF", daba buena cuenta del Levante (17 chicharros lleva el asturiano en su "peor" temporada con el Valencia... y aún hay algunos que se atreven a compararle con "pollo loco" Raúl...) las anécdotas se suedían en Orriols. Para empezar, los actos reivindicativos hicieron que el partido comenzase tres minutos tarde, con el consiguiente cabreo de Mejuto. Como castigo, el descanso duró sólamente diez minutos en lugar de los quince reglamentarios, para que la segunda mitad pudiera comenzar a las 22:00 en punto.


Hubo varios detalles curiosos, narrados de forma excelente por mi compañero Carles Valldecabres del diario Las Provincias. Las torres de la luz, justo ante de dar comienzo el partido, sufrieron un abrupto apagon, y el partido corrió peligro de ser detenido a causa de la falta de iluminación. Luego, para cumplir la condición de que no se mostraran los resultados del resto de partidos en el marcador del estadio (aunque ninguno de los equipos se jugaba nada), a alguien se le ocurrió la brillante idea de que el minutero tampoco se pusiera a funcionar, por lo que tuvimos que echar mano de nuestro reloj de pulsera para poder narrar el minuto y resultado.

Para rematar la faena, la lluvia intermitente y a ratos intensa hizo que los inalámbricos a pie de campo nos mojáramos como atunes de piscifactoría. Cada uno se las apañaba como podía: Montalt con su visera y chubasquero, Montaner con su sudadera y capucha... y yo con mi paraguas negro, lo que me valió varias broncas de los valientes aficionados que veian el partido desde la primera fila. Con el pitido final, carreras y empujones para hablar con los jugadores conforme abandonaban el césped. Por cierto, un saludo a nuestros amigos los de la Levantina de Seguridad. Hemos tenido nuestros más y nuestros menos esta temporada, pero espero que el año que viene las "caricias" sean un poco más suaves en la división de plata...

Tras el partido llegó una de las zonas mixtas más movidas de los últimos tiempos en el Ciutat de Valencia. Mientras el vicepresidente granota Miguel Ángel Ruiz atravesaba a toda prisa el aparacamiento en dirección a su coche, rodeado de 5 guardias de seguridad, fue aplaudido con sorna por parte de varios aficionados ("¡Venga, un aplauso para Miguel Ángel! ¡Qué todos sabemos que la culpa es sólo de Villaroel, tú no has hecho nada! ¡Caradura, largo de aquí!"). Luego llegarían los lamentos de Jose Ángel Moreno, el comunicado de la AFE leído por Rubiales y Descarga, y la posterior amenaza de huelga que, finalmente, hoy se ha hecho oficial. Mientras, los jugadores ches abandonaban el campo en autobús, y algunos como David Villa salían por zona mixta en lo que puede ser una de su últimas comparecencias como jugador del Valencia CF.

El Levante irá a la huelga frente al Real Madrid. Una vez más, la reacción del Consejo de Administración es lamentable, con Javier Navarro afirmando que puede "entender que la gente no sepa de Derecho" en clara alusión a Luis Manuel Rubiales, erigido en portavoz de la plantilla y a apenas un par de aignaturas de sacarse la Licenciatura en Derecho en el CEU. ¿A alguien le extraña que, con dirigentes así, el equipo esté donde está? Descendido hace tiempo, endeudado hasta las cejas, con los jugadores en huelga... Ójala el derbi del domingo no se hubiera visto deslucido por tanta infamia. La actuación del Valencia, señorial. De diez. Los jugadores y la afición levantinistas, tres cuartos de lo mismo. Lo único que sobraba era Villarroel y su cortijo de ineptos. Lo que hay que aguantar...

domingo, 11 de mayo de 2008

El cénit de la caradura


Hace falta tener valor, por no decir un exabrupto mucho más grave. Una "jeta" del tamaño de un transatlántico, tan grande como el ridículo espantoso que está haciendo el Levante UD esta temporada a ojos de todo el panorama futbolístico nacional. Y todo, por culpa de una persona. Sólo una.

Antes del partido frente al Deportivo (en el que se vio una de las imágenes más bochornosas de la temporada, con unos jugadores que se plantaron y exigieron de esta manera cobrar lo que se les adeuda) ya pudimos ver un preludio de lo que sucedería apenas veinticuatro horas después: Javier Navarro, portavoz del Consejo de Administración, y Luis Manuel Rubiales se enzarzaron en una disputa verbal en las afueras del hotel de concentración del equipo en La Coruña, apenas una hora antes del partido. El directivo llegó a amenazar con la posibilidad de la dimisión en pleno de la directiva y la aplicación de la ley concursal al club, con lo que los jugadores no cobrarían la totalidad de sus sueldos.

El día siguiente fue de locos: primero, con la rueda de prensa tras el entrenamiento en la que Rubiales habló nuevamente de "consejeros y consejerillos". Y, tras la comparecencia en La Calderona, los jugadores se liaron la manta a la cabeza, montaron en sus coches y se plantaron en las oficinas de Cofiser, empresa de Pedro Villarroel. Allí pudieron interceptar al antaño máximo accionista y dueño "oficioso" del club, a quién pidieron explicaciones por la situación. Ante los jugadores, Villarroel se quitó la careta definitivamente: insultó y denigró a Armando ("¿y tú, tú quien eres?", le dijo al joven central), uno de los que peor lo está pasando al estar jugando en Primera con un sueldo del filial; y con Rubiales tuvo el surrealista intercambio de palabras que acabó en un "iréis todos al infierno".

Por la tarde, el día más largo para los jugadores del Levante acabó bajo la lluvia, protestando junto a aficionados y algunos representantes del SAM frente al Ciutat de Valencia. Se echó en falta mayor presencia de socios y abonados granotas, pero los que había dejaron bien claro el mensaje: que los jugadores cobren, que la Junta Directiva se vaya y que Villarroel se largue del Levante de una vez por todas.

Hace falta tener "morramen", como diría un conocido predicador de las ondas valencianas, para hacer lo que hizo Don Pedro el pasado jueves. Primero, escapando como una comadreja en cuanto se enteró (por cierto, un "soplo" procedente de dentro del club que le dijo algo así como "Pedro, los jugadores van a por tí") de lo que se venía encima; y después, una vez acorralado, insultando a los jugadores, tomándoles el pelo y afirmando que él ya no pinta nada en el Levnte. Cuando todos sabemos que él es el que ha llevado al club a la quiebra económica y deportiva. Mintiendo y dando largas, engañando hasta el final. A estas alturas, uno cree haberlo visto todo en el mundo del fútbol. Pero cosas como la protesta del pasado miércoles en Riazor, y todo lo ocurrido el día siguiente en nuestra ciudad. Y mientras, algunos se empeñan en negarlo todo. Hace falta tener la cara dura.

jueves, 8 de mayo de 2008

Apuntes rápidos antes de irme al sobre...


... porque la jornada ha sido intensa. Y lo que es peor: entre semana. Mañana profundizaré un poco más, pero hoy ha habido varios detalles a destacar.

- La "campaña anti-Soler". Esta mañana había carteles pegados en las oficinas de Soler, en casa de Rita Barberá y en las oficinas de Radioesport. Hablamos de un "ataque" organizado y preparado de antemano, por el cual ya han salido a la palestra los sospechosos habituales. ¿Habrá sido cosa de Vicente Soriano? ¿Aficionados indignados? ¿Otra maniobra de Morata y la SER? ¿Los extraterrestres? Por desgracia, no creo que la respuesta salga a la luz. "Una llastima, ché".

- Impresionante Mestalla. Si dejamos a un lado el partido frente al Barça en las semis de Copa, no recordaba un ambientazo tan espectacular desde aquellas eliminatorias de Champions frente al Leeds o al Arsenal. Sé que después ha habido muchos llenazos en cancha valencianista, pero nunca con una afición tan volcada, animando, chillando, pitando al rival, presionando al árbitro... Parecíamos Anfield, señores.

- Se ganó sufriendo... como siempre. El Valencia jugó bien, marcó pronto, hizo un derroche físico importante y dominó la primera mitad. La segunda fue bien distinta, y se sudó sangre para asegurar la permanencia. Ah, y Diogo lesionó a Vicente. Los tobillos, otra vez. El uruguayo no se dió cuenta hasta que ya era tarde, pero descubrió a las malas que no es una buena idea jugar sucio en casa de Baraja y Marchena, que lo "reventaron" poco después hasta tener que abandonar Valencia cojeando. Por listo.

- Volvió Albelda. Lo repito una vez más: nunca entenderé a los aficionados valencianistas que atacan a Albelda. Este señor tuvo un cheque en blanco del Madrid sobre la mesa, y prefirió quedarse aquí. Nadie puede negar su valencianismo. Y su denuncia al club está más que justificada, por mucho que el juez no le diera la razón: todos habríamos hecho lo mismo en su situación. Hoy pisó de nuevo Mestalla y hubo división de opiniones en la grada, con pitos y aplausos por igual. Los cinco minutos que jugó se dejó la piel defendiendo el resultado. Al final del choque se fundió en un abrazo con Marchena, y muchos compañeros se acercaron a abrazarse con él. Así debería de ser siempre. Todos a una.

- Protesta granota. Impactante la protesta de los jugadores del Levante, con los once abrazados y en el círculo central mientras el Depor ya había puesto el balón en movimiento. Sergio lanzó el balón fuera caballerosamente, el Levante lo devolvió y partido comenzó de verdad... pero la imagen, la reivindicación, ya estaba hecha. Estos jugadores no merecen unos dirigentes tan caraduras e incompetentes. Desde aquí nos solidarizamos: ¡SOLUCIÓN YA!

Ahora que caigo, ¿hoy es miércoles, no? Parece que, después de todo, no me voy a dormir: los Lakers juegan en una hora. Señor, señor...

martes, 6 de mayo de 2008

Go Hornets Go!


Avance. Son las 06:14 de la madrugada. Recién terminado el segundo partido de la serie, una cosa está clara: los Spurs van a ir "per l'aire". 2 a 0. Stojakovic es un supercrack. Paul, 30 puntitos y 12 asistencias de nada. Y Duncan, "bacalá". Mañana escribo más, pero las dos horas que sólo voy a poder dormir no son nada al lado de ver el partidazo de New Orleans.

Ya con el sol de la mañana bien alto en el cielo, y una gigantesca taza de café en mi mano para "espabilarme", vamos con las anotaciones sobre el partido de ayer, un 102-84 que pone en franquicia a los Hornets de cara a lo que queda de eliminatoria, aunque les queda visitar el AT&T Center de San Antonio:

- Paul, imparable. Si en el primer partido fue un coche diesel y le costó arrancar, aquí salió como un auténtico Ferrari desde el primer instante. Mareó a la defensa de los Spurs como no se veía desde hace mucho tiempo, dominó al partido de principio a fín, hizo jugar al equipo... Un espectáculo.

- Stojakovic en plan estrella. Ya en el primer duelo saltó el partido por los aires con sus triples. Ayer lo hizo de nuevo: 5 de 7 en triples (escandaloso), 40 minutos en pista y 25 puntos en total. Decisivo en el tercer cuarto, que es donde se rompió el partido.

- Los tres de San Antonio. Estaba claro que Duncan no iba a repetir una actuación tan lamentable como hace 3 días, pero sus 18 puntos se antojan cortos. Si sumamos a eso la nefasta noche de Parker (11 puntos y 5 de 14 en tiros) y Ginobili (15 puntos), la segunda derrota tejana era inevitable. New Orleans ha hecho los deberes: sabe que mientras deje a los tres pilares de los Spurs por debajo de la veintena de puntos, las cosas marcharán bien.

- Otra vez la misma historia. El partido fue un calco del anterior: primera mitad igualada, con alternativas y con el resultado ajustado al descanso. En el tercer cuarto, New Orleans hace tabaco las aspiraciones de San Antonio y le mete un parcial de 7-0. Popovich para el partido, reordena sus piezas... y un minuto después, otro parcial que pone a los Hornets con más de 15 puntos de renta. De ahí hasta el final, jerarquía de Paul, tiro exterior de Stojakovic y guerra de guerrillas en la zona con West y Chandler capturando rebotes como panes. Y dos a cero al zurrón.

domingo, 4 de mayo de 2008

Dar "pal pelo" a los Spurs es fácil... si lo intentas


Vengo eufórico. Y eso que son las ocho de la mañana. Hace apenas una hora que ha terminado el primer partido de la semifinal de Conferencia Oeste que enfrenta a New Orleans Hornets y a San Antonio Spurs... y no quepo en mí de gozo. Mis nenes le han pasado por encima a los Spurs (101-82), como bien dijo alguien una vez "el Bayern de Munich de la NBA", un equipo experto, guerrero, incómodo pero con calidad en todos sus integrantes. Del partido me quedo con varias cosas:

- Peja "MEGACRACK" Stojakovic. Un escándalo. Siempre he tenido predilección por triplistas como el serbio, de los de "raza blanca tirador". Pero lo que está haciendo este señor esta temporada en Nueva Orleans es espectacular. La grada del New Orleans Arena cuenta con unos cuantos "zumbados" que corren de punta a punta de la tribuna con pancartas gigantes con la cara de Stojakovic tras cada triple. Hoy se han hinchado a esprintar, no por triples, sino por canastas inverosímiles y por 22 puntos en momentos clave. Súperclase.

- La flagrante a Bowen. Ha sido tremenda. No se me caen los anillos al admitir que no me gusta el juego de San Antonio, aunque reconozco la inmensa calidad de Ginobili, Parker y Duncan. En el caso de Bruce Bowen, directamente no lo trago. Me parece uno de los "Top 5" en cuestión de jugadores sucios de la Liga, y ver como hoy el "angelito" Bonzi Wells le daba un hostión en toda regla en pleno rostro ha sido... "reconfortante" (por decir algo). Por cierto, hoy Bowen va al casino y se lleva la banca: 5 de 10 en triples y 17 puntos, de los mejores en los Spurs.

- El Muro Chandler. El amigo Tyson Chandler ha completado un partido ESPECTACULAR, "secando" a Duncan y muy serio en defensa durante todo el partido. Se ha inflado bajo lapintura con 15 rebotes capturados, dando segundas opciones al ataque de los Hornets que sus compañeros han aprovechado bien.

- Nefasto Duncan. Infame la actuación del ala-pívot de los Spurs, dejando una horrible impresión. Su cara al final del partido lo decía todo: hoy se ha visto superado por su desacierto, por las defensas de Chandler y de West y por la poca ayuda mostrada por sus compañeros. Con sólo 5 puntos y 3 rebotes, este es el peor partido de Duncan en playoffs desde que está en la NBA.

- Paul y West, de menos a más. El inicio de partido de CP3 no ha sido bueno, aunque ha asistido bien a sus compañeros y el partidazo de Stojakovic disimulaba su poco aporte anotador. Sin embargo, el manejo del "tempo" del partido por parte de Paul en la segunda mitad ha sido demoledor para los Spurs, que naufragaban al tiempo que el base se hartaba a anotar y hacer jugar. Mientras tanto, David West (o cómo yo lo llamo, "el Lamar Odom de los Hornets") se salía de las tablas con 30 puntos y 13 de 23 en tiros de campo.

La serie va a ser larga y dura, eso está claro. Pero un segunda victoria dentro de los días ya entraría dentro de lo que se podría catalogar como "sorpresa", poniendo en apuros a unos Spurs que se las prometían muy felices tras apalear a los Suns. Byron Scott ha hecho los deberes con las defensas sobe Duncan, y siempre que Parker y "Manudo" no tengan su día esta es la primera condición para ganar a San Antonio. Espero, por el bien del baloncesto-espectáculo, que los "tiranos de las espuelas" caigan en semifinales ante los Hornets. Y sé que no soy el único.

jueves, 1 de mayo de 2008

Números rojos


Se acabó la tregua. Ha durado poco más de una semana. El ambiente del "Yes We Can" creado para el partido contra Osasuna ha volado en mil pedazos. Gracias, señor Salom. Gracias por su lengua larga, por su nula habilidad para las negociaciones, por su falta de discreción. Gracias por filtrar a los medios la desesperada situación económica del Valencia CF, y la predisposición a vender a las estrellas del equipo para poder costear la construcción del Nuevo Mestalla. En definitiva, gracias por conseguir que la unión del valencianismo, a tres días de un vital Barça-Valencia, vaya "per l'aire" una vez más.

Era de esperar, por otra parte, que alguna noticia de este calado acabara con la "paz" firmada tras la debacle de Bilbao, aunque el Valencia siga a 4 puntos del descenso. Después de todo, llevamos desde principios de temporada igual, con una detrás de otra. Quique, Koeman, los apartados, Soler, el juicio de Albelda, Koeman otra vez... y tiro porque me toca. Ahora es la economía del club la que ha saltado a la palestra, aunque a pocos sorprende la noticia. Desde que Soler llegó al Valencia, cada año ocurre lo mismo: los que vienen "trincan", los despedidos "trincan" y los que se van lo hacen malvendidos. ¿Ranieri? "Trincó" su finiquito como un bellaco. ¿Antonio López? Idem. ¿Koeman y Miguel Ángel Ruiz? Más de lo mismo. Y mientras, al Valencia le endosan "bluffs" del tamaño de Del Horno, Banega, Fernándes... casi siempre a 18 millones de euros el kilo.


Parecía claro que Soler no podía seguir dependiendo de las recalificaciones del Ayuntamiento y de sus amigos de Bancaja ("Tranqui, Juan, tu ficha que nosotros te damos 80 milloncillos por cada una de las torres") para confeccionar el Valencia de sus amores. El Nuevo Mestalla va a salir por un ojo de la cara, todos lo sabímos; pero muchos no podían sospechar que el agujero económico de los blanquinegros fuera tan ancho, ni tan profundo. ¿El resultado? Que los aficionados pueden ver en los próximos meses como Villa, Silva, Joaquín, Mata y demás jugadores jóvenes y que deberían ser la columna vertebral del equipo en el futuro abandonan el club de forma precipitada. Y posiblemente, malvendidos: en primero de Economía explican que lo peor que se puede hacer para "colocar" un producto es decir públicamente que está en venta, ya que su valor de mercado decrece. Pues nada, oye: dejemos que Salom siga filtrando para que Villa se vaya por 15 millones, Silva por doce... Lamentable.


Por suerte o por desgracia, los levantinistas ya han pasado un trago similar esta temporada. El matiz está en que los propios dirigentes levantinistas han sido los primeros en subirse al barco "SS Trinque", en el que permanecen a la espera de que cualquier grupo inversor incauto llegue para "endiñarle" la deuda y zarpar rumbo a las Islas Caimán con la bodega repleta de euros procedentes de comisiones, fichajes dudosos, recalificaciones y demás. Pero Villarroel y compañía se han topado con un problema: tanto el grupo de Antonio Blasco (que no quiere "mojarse" en exceso) con Gabriel Martínez como cabeza visible, como la vía de Alejandro Escribano, han puesto como condición indispensable conocer la verdadera deuda del club a día de hoy.

Obviamente, el susto puede ser mayúsculo: dicen los mentideros que la cifra poria rondar los 60 millones de euros de deuda, agujero más que suficente para ahuyentar a cualquier posible inversor. No es que haya telarañas en la caja fuerte levantinista: es que los inversores van a abrir la caja y van a encontrar un butrón en el lateral, de donde Don Pedro y amigos han ido "metiendo el cazo" en los últimos tiempos. "¿Dónde estarán los 50 millones obtenidos por la venta de la zona terciaria?" Preguntas como esta se repiten en la mente de los levantinistas, que hace apenas 5 años presumían de tener uno de los clubes más saneados de España y que ahora está al borde de la quiebra.

Por el momento, mientras el Murcia embarga la mitad de las fichas de los jugadores "granotas" para cobrarse el fichaje de Pedro León, Villarroel ya ha movido ficha: ha encargado la auditoría de las cuentas del club a un bufete de abogados valenciano donde, oh casualidad, trabaja su yerno. Un tanto más para el Tito Villarroel, que pretende escaquearse una vez más e irse de rositas. Igual que Soler, a quien ni siquiera sus amigos en la política y en el mundo de la construcción van a poder ayudar en la época de "vacas flacas" que se avecina.

Valencia y Levante. Gestiones paralelas pero diferenciadas, con diferentes presupuestos y objetivos deportivos pero que se entrecruzan en varios puntos: dirigentes nefastos, despilfarro monetario y la pasividad de una masa social que parece haber olvidado, gracias al "aborregamiento" al que los clubes les someten, que los verdaderos dueños de las entidades son ellos. Los aficionados tienen más poder de lo que piensan: si son capaces de "cargarse" entrenadores (ver Quique Flores o Koeman), también son capaces de ajusticiar a personajillos como Villarroel o Soler. Hombres que no ven el fútbol como un sentimiento, sino como una zona de recreo personal donde hacer y deshacer a su antojo, como niños pequeños. Ya va siendo hora de que la gente de la calle le quite la piruleta a estos señores, y les explique que en la vida no se puede gastar lo que no se tiene, ni coger aquello que no te pertenece. Y explicárselo, como niños pequeños que son, todas las veces que haga falta, y de todas las maneras posibles. Hasta que lo entiendan.